Hoy, sin duda alguna, es uno de los días más felices para Ana Obregón. No es nada de extrañar la verdad porque el motivo no es más que otro que la publicación del libro de Álex Lequio, El chico de las musarañas.
Recordemos que esta obra fue la que empezó Álex Lequio cuando se encontraba enfermo de cáncer. Su última voluntad era que viera la luz, razón de peso por el que Ana Obregón quiso hacerlo realidad. Y por fin ha sido así.
En este libro podremos encontrar todo lo que sintió y vivió Ana Obregón durante la intensa lucha de su hijo contra esa dura enfermedad. Sin duda alguna, un relato lleno de emociones que seguramente dejará a más de uno sin habla.
No cabe duda de que también alguno se habrá quedado en shock al leer la parte en la que confiesa que su expareja, Alessandro Lequio, fue quien le salvó la vida tras fallecer su querido hijo. ¿Qué es lo que sucedió exactamente? Ella misma lo contó con pelos y señales…
El día en el que Ana Obregón casi pierde la vida
El chico de las musarañas empieza recordando una triste fecha: 23 de marzo de 2018. Y es que fue ese día cuando le diagnosticaron un sarcoma de Ewing al hijo de Ana Obregón. A partir de entonces, la vida de la actriz y de Alessandro Lequio dio un completo giro de 180 grados.
Los días y los meses se convirtieron en una completa pesadilla para estos padres preocupados. No obstante, también hubo momentos llenos de esperanza cuando anhelaban que el joven se recuperara de esta complicada enfermedad.
Pero, al final, acabó sucediendo el peor escenario posible: el trágico fallecimiento de Álex Lequio a la edad de 27 años. Fue un episodio muy oscuro en la vida de Ana Obregón y el colaborador de El programa de Ana Rosa que, tras la muerte del empresario, tuvieron que lidiar con su ausencia.
La misma artista recordó este amargo momento y, como ella misma confesó en el libro, la dura pérdida de su hijo la llevó a padecer un inmenso dolor. “Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme”, empezó relatando su intento de suicidio.
“Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo”, prosiguió. Afortunadamente, en ese momento apareció Alessandro Lequio y consiguió hacer cambiar de idea a Ana Obregón.
“Ana, por Dios, abre la puerta. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?”, le dijo según Ana Obregón. “Tu padre nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida”, escribió la presentadora.
“Se enterará leyendo estas páginas. Juro que en ese instante mi acto lo veía como una salvación, pero quiero dejar claro que el suicidio no es jamás una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía”, afirmó Ana Obregón en esas páginas.
Álex Lequio a Ana Obregón: “Quiero tener hijos, aunque ya no esté”
De manera que Ana Obregón volvió a la realidad porque, en efecto, tenía una motivación, que era cumplir con el último deseo de su hijo. Y ese sueño era el de convertirse en padre.
“Mamá, papá… Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer… Por favor”, se puede leer en las últimas páginas de El chico de las musarañas.
“Durante tres años he guardado en secreto tu testamento, ese pacto que hicimos en el hospital que solamente sabíamos tu padre, tus tías y yo. He luchado sola en silencio para conseguir lo imposible y esa ilusión me ha perdonado la vida cada día de mis tres años de duelo por ti”.
“Te prometí que te salvaría y no pude cumplirlo. Te juré en el hospital que cumpliría tu última voluntad, y ese milagro se ha hecho realidad”, añadió. Y así ha sido porque la pequeña Ana Sandra ha llegado a este mundo para llenar de felicidad a Ana Obregón y sus familiares.