A pesar de que lleva meses alejada de la televisión, Ana Rosa Quintana sigue muy de cerca todo lo que sucede en su programa.
Así, a la reina de las mañanas no le habría hecho ninguna gracia ver la actitud que ha mostrado Marta Riesco.
Marta Riesco se habría tomado atribuciones que no le corresponden tras subirse al carro de la polémica junto a su pareja, Antonio David.
Un asunto que ha puesto en un gran aprieto a la productora y que ha obligado a Quintana a tomar una drástica decisión respecto a su futuro en el programa.
Eso, mientras Marta Riesco insiste en que no la han despedido de ningún sitio y presume abiertamente del apoyo que le ha brindado Unicorn.
"Por cierto no me han despedido de ningún sitio (aunque muchos no hayan parado de pedirlo) y pese a las tonterías que se siguen publicando. Sigo con mi productora, donde me siento querida y valorada siempre. Y ahora más que nunca", aseguraba en sus redes sociales.
"Estoy muy tranquila pese a todas las informaciones falsas que se han dicho sobre mí", remarcaba Marta Riesco.
Así, hace poco anunciaba orgullosa que estaba "preparando unas cosas para El programa de Ana Rosa y Ya son las ocho que os van a encantar".
Pese a la imagen de tranquilidad e indiferencia que pretende mostrar Marta Riesco, parece que la realidad es muy diferente.
Si bien no han despedido a la reportera, lo cierto es que la habrían apartado de las funciones que desarrollaba hasta la fecha.
Cabe señalar que sus jefes le dieron un ultimátum: mostrar ese supuesto 'as en la manga' que se guardaba contra Rociíto o no volvería a pisar un plató.
"Desde su productora, le han dicho que hasta que no aparezcan las pruebas, y la que no apareces eres tú".
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Días después, sigue sin haber rastro de esa famosa prueba que garantizaría que su llamada con Carrasco se produjo.
Por tanto, la novia de Antonio David se ha visto obligada a alejarse de las cámaras y centrarse en otras labores.
Riesco ya era consciente de que su 'afán de protagonismo' podría terminar costándole la carrera. De hecho, Jorge Javier Vázquez le advertía que en cuanto regresase su jefa, muy probablemente sería despedida.
"Ana Rosa Quintana esas historias tan mierdas no las acepta en su programa", sentenciaba el presentador.
Jorge Javier no se cortaba a la hora de definir a Marta Riesco como "una mujer engreída y poco astuta con la que no logras empatizar aunque la veas llorando a mares"
"Marta Riesco ya no es una profesional. Es una absurda alma en pena que se pasea de plató en plató reclamando respeto", arremetía contra ella.
"Me parece un elemento que si en algún momento me hizo gracia, ahora ya lo considero peligroso. Un elemento que jamás, visto lo visto y todo lo que estoy conociendo, jamás querría tenerla en una redacción trabajando", opinaba Vázquez.
"No la quiero tener trabajando en un equipo porque ensucia el ambiente y porque además sé perfectamente que sus compañeros la detestan".
"Marta, esto es una percepción mía, aprovecha, porque en este convento creo que te va a quedar muy poco".
Sin embargo, y pese a las amenazas y ataques que ha recibido de manera continuada, la reportera no se da por vencida.
Y esta misma semana anunciaba en redes su regreso a las instalaciones de Unicorn, en Mediaset. "Trabajo en progreso", escribía.
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"Aquí está mi veto. Grabando y descansando para hacer un pedazo de reportaje, como siempre", respondía tajante a sus detractores.
Además, dejaba claro que iba a recurrir a la justicia para defenderse. "Solo para que lo sepáis. He pedido las grabaciones de las cámaras de seguridad del restaurante de ese día y de esa franja horaria al completo. Y no me las dan ni me las quieren enseñar. Tendré que hacerlo judicialmente".
Ahora tan solo queda esperar para comprobar quién lleva la razón acerca de lo que ocurrió aquella tarde del 21 de abril.
Y si realmente tuvo lugar esa famosa conversación telefónica en la que Carrasco le propuso participar en el homenaje a 'la más grande' en Sevilla.