Jorge Javier Vázquez ya empieza a ponerse en lo peor. Sabe que uno de sus mejores compañeros no atraviesa por su mejor momento de salud. Teme que en cualquier momento le toque despedirse de él.
En los últimos tiempos ha sufrido la pérdida de su amiga Mila Ximénez y del periodista Jesús Mariñas. También ha soportado la grave lesión de Belén Esteban en directo. Todo son malas noticias para el catalán.
En su blog de la revista Lecturas, Jorge Javier desvela el "susto que nos acaba de dar Travis". Se trata de uno de los perros que vive con él, al que considera prácticamente uno más de la familia.
"Estaba yo medio adormilado en la cama durante la hora de la siesta cuando recibo llamadas en mi teléfono de manera insistente", comienza su relato. Explica que "lo tenía en silencio, pero como no paraba de vibrar lo he tenido que coger". La persona que trataba de contactar con él era "la señora que trabaja en casa".
Tenía malas noticias. "Me dice que han tenido que llevar a Travis al veterinario porque le costaba respirar y necesitan mi firma para dormirlo", apuntó. Se resigna a perderlo, a despedirse de él.
"Parece que ha llegado ese momento que nadie quiere aceptar", admite el presentador. Rápidamente se viste y acude al veterinario "con el corazón en un puño". Al llegar allí se encuentra a "Travis con tantas ganas de largarse del lugar y venirse con nosotros que somos incapaces de tomar la decisión".
Relata que se estaba aferrando a la vida. Que no quería marcharse tan pronto.
Jorge Javier Vázquez cuenta en su blog que lo llevaron de nuevo para casa. En ese momento se le agolparon los recuerdos. En su día "nos dijeron que con su dolencia del corazón no duraría más de tres meses y lleva ya año y medio".
Revela que tras recibir la noticia, "durante unos instantes la vida se ha detenido y se han agolpado en mi memoria" unas cuantas vivencias. Recuerda la primera vez que cruzó la puerta de casa, "fue un viernes".
Estaba previsto que solo se quedará un tiempo, ya que era de "acogida". Sin embargo, "hizo tantas migas con Romeo que decidimos quedárnoslo. Muy pronto se cansó de jugar y sacó una mala leche muy graciosa".
Explica que rápidamente se "convirtió en ese abuelo gruñón al que le molesta casi todo. Siempre dispuesto a comer todo lo que no fuera pienso, siempre dispuesto a salir a la calle".
Con cierta lástima señala que "le fallan mucho las fuerzas". Siente mucha pena cuando "te lo encuentras parado en cualquier lugar de la casa, inmóvil, preguntándote con esos ojazos qué le pasa".
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Jorge Javier Vázquez, feliz con la lucha de su perro
Jorge Javier Vázquez, pese a todo, está encantado con la actitud que ha adoptado su perro, de no rendirse y luchar hasta el final. "Me hace muy feliz que quiera seguir viviendo porque eso significa que no quiere decirnos adiós. Le gusta su plácida vida".
Cuenta orgulloso que "probablemente nos dará más sustos, pero que quiere seguir. Y nosotros con él". Durante un instante se temió lo peor, que tuviera que despedirse de Travis.
"Qué angustia imaginar que en un momento podríamos dejar de verlo para siempre. Pero, por encima de todo, qué felicidad haber compartido tantos años de nuestras vidas con él", explica.
Hace unos meses, Jorge Javier admitía que estaba cansado de todas las pérdidas que había sufrido. De tener que alejarse de aquellos compañeros que tanto quería en su vida. "Estoy empezando a estar hasta el mismísimo de las despedidas", dijo.