Desde tiempos históricos, a los oyentes y expertos en televisión nos ha gustado fantasear con que existe una corona no física por la que luchan las presentadoras de los matinales. Hubo un tiempo que existía un trío magnífico capitaneado por Ana Rosa Quintana en Telecinco, Mariló Montero en Televisión Española y Susanna Griso en Antena3.
Las tres presumían de tener una gran relación en lo personal o si más no, de contar con una cordialidad más allá del trabajo que desempañaban en pantalla. Sin embargo, y como es normal, sus equipos trabajaban duro en aquella época para poder lograr la mayor fidelidad de audiencia posible. Y hacerse con el liderazgo absoluto mañana tras mañana, semana tras semana y mes tras mes.
Hace pocas semanas, Ana Rosa Quintana celebraba su mayoría de edad en las mañanas televisivas. Una cifra más que envidiable y que demuestra que Mediaset confía plenamente en la periodista para liderar su franja matinal. A pesar de todo, temporada tras temporada, aparecen rumores de que quizás la presentadora está preparando su salto a otra cadena dónde se sienta más o mejor valorada.
Pero de mientras, Quintana sigue picando piedra cada mañana y compite con quién le echen en el resto de cadenas. Mientras TVE ha optado por fragmentar sus mañanas con tres apuestas distintas, Antena3 sigue apostando por Susanna Griso para que plante cara a Telecinco. Los dos formatos tratando temas muy parecidas, luchando por los mismos testimonios y pisando las mismas calles para reflejar la actualidad de la jornada.
De mientras y sin hacer mucho ruido, La Sexta ha desarrollado una alternativa brillante y que ha entrado a la competición cargándose a los grandes rivales que tiene. Alfonso Arús y su Aruser@s ha entrado en la batalla matinal de una manera muy inteligente y sin la pretensión, si más no, de manera pública de querer rivalizar con nadie.
Obviando el contenido que hacen por las mañanas Telecinco y Antena3, Arús y su equipo han apostado por lo que mejor saben hacer. Tirar de vídeos divertidos, servirse de las anécdotas espontáneas de sus colaboradores y cotillear sobre los famosos como haríamos cualquiera de nosotros tomando un café con las amigas.
No contar con una mesa en el centro, da un trato de cercanía que los demás se pierden
Aunque admito que me gusta ver a Ana Rosa Quintana cambiando de set cada vez que se acaba una sección. Desde casa me sigue pareciendo muy frío el ver a los tertulianos y expertos escondidos detrás de una mesa.
Entiendo que los programas lo hacen para darle un plus de seriedad a lo que cuentan, pero para mí. Me aleja completamente de los contenidos y echo en falta la cercanía que desprenden Alfonso Arús y su equipo.
También es cierto que espero que el sueldo de los tertulianos sea algo más alto que el de los del resto de cadenas. Pues los primeros tienen que contar con un stock de pantalones que quizás a los demás no les hace ni falta.
Seguramente ahora estaréis pensando, menos charla y más datos, bonito. Pues os los doy. Tomando como ejemplo las audiencias del pasado viernes.
Aruser@s se situó con la mejor cuota de pantalla de los matinales por encima del 18% de share. Y a pesar de que Ana Rosa Quintana ganó la mañana con 446.000 espectadores y prácticamente llegando al 17% de cuota de pantalla. Arús es la opción que más se le acerca con 397.000 espectadores.
Veo especialmente preocupante que Antena3 con Susanna Griso se queden 331.000 espectadores y una cuota que no llega ni al 13% de share. En Atresmedia debe haber alguien que se debe estar estirando de los pelos. Viendo como la segunda cadena de la casa, cuenta con una audiencia mucho más sólida y asentada que su principal apuesta.
Muchas veces hemos hablado de como una cadena de la competencia puede superar a su rival, pero en este caso. ¿Qué se hace si tu principal rival juega en casa? Arús sigue prometiendo grandes mañanas a su grupo y por ello.
No me extrañaría que tarde o temprano pasen a Antena3. Y el formato de Griso pase a La Sexta para conglomerarlo en la cadena cien por cien información, haciendo tándem con Al rojo vivo.
En cuanto a las mañanas de Televisión Española, cuentan con unas audiencias no del todo buenas. Pero aun así, creo que en su caso, el buen periodismo predomina por encima de unas buenas audiencias.
La televisión pública no debe ni puede competir por los datos de las cadenas privadas. Pues estas se nutren de los anunciantes y la pública se paga con el dinero de todos.
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