El paso de Paz Padilla por Telecinco siempre ha estado protagonizado por buenos y malos momentos, aunque últimamente parece que los segundos han marcado las bases de esta segunda etapa. La cómica vivió la salida más tormentosa que se puede recordar en la historia de la televisión. Un momento de tensión con Belén Esteban en el plató de Sálvame estaba escribiendo, sin saberlo, el fin de los días de la presentadora.
La cadena aprovechó su abandono del plató para rescindir su contrato, alegando que había abandonado su puesto de trabajo. Un argumento que la audiencia se tomó a risa, puesto que estos abandonos son el plato del día de muchas tardes de la cadena. Paz Padilla entendió que su despido no había sido justo y decidió demandar a Mediaset.
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Una demanda que ganó y que obligó a la cadena a readmitirla en las mismas condiciones que tenía antes del frustrado despido. Lo cierto es que la audiencia teníamos muchas ganas de ver como se iba a armar su vuelta a los platós y cuáles iban a ser los formatos que presentaría. El primero de todos los formatos que le encargaron era uno que realmente ya estaba sentenciado de muerte.
Déjate Querer ha estado presentado por varios presentadores y ha contado con una audiencia muy dispar. Dependiendo de los invitados han contado con más o con menos audiencia, pero ahora, analizándolo con cierta perspectiva. Parece que todo estaba pensado para que Paz Padilla no triunfase en su vuelta.
Su llegada a la cadena prácticamente ni se anunció y las promociones del programa fueron pocas y con un plazo muy corto de emisión antes no llegó el día del estreno.
Además, las típicas entrevistas visitando los otros programas de la cadena para hacer promoción, prácticamente fueron inexistentes. También es cierto que su relación con el resto de colaboradores y presentadores, sobre todo con los de Sálvame, era especialmente tensa.
Y, por lo tanto, una entrevista de promoción de su nuevo programa, seguramente le habría perjudicado más que no ayudado a arrastrar a la audiencia. Desconozco también si ella tiene como condición no volver a pisar el plató de Sálvamey coincidir con todos sus miembros. Sea como sea, lo que tendría que haber sido el gran formato de la vuelta de Paz Padilla ha acabado siendo el primer fracaso de su nueva era.
Las audiencias no han funcionado e incluso, no se acabarán de hacer los programas previstos para esta temporada. Parece que Telecinco no tiene intención de invertir dinero en un formato que no les devuelve el trabajo que se realiza. Aun así, tenemos que recordar que el fin de Déjate Querer no implica para nada el adiós de Paz Padilla.
El contrato de cadena que les obliga a seguir confiando en ella
Paz Padilla y sus abogados se quisieron asegurar que la cómica permanecería en la cadena por muchos años y el contrato de larga duración les permitirá que así sea.
No hace mucho se filtraron unas imágenes de la grabación de un programa piloto y que también estaba presentando Paz Padilla. Según contaron, el formato podría aparecer en alguna de las franjas de la tarde, sustituyendo así algunas de las horas de Sálvame.
Estos datos tensaron mucho más el vínculo de Padilla con los que fueron sus compañeros. De hecho, aún recuerdo cuando Belén Esteban y Kiko Hernández contaron que se cruzaron con la presentadora en maquillaje y que no pararon de lanzarle indirectas muy directas. Estos comentarios contrarios a la cómica cesaron esa misma tarde.
Entiendo que desde la cadena les dijeron que no se podía hablar mal de ella. De aquí, la nueva norma general que impide que los trabajadores hablen mal de otros programas y de sus empleados. No creo que exista una fórmula que demuestre lo que ahora voy a decir.
Pero me he autoconvencido de que cuando un presentador o presentadora presenta un programa que no funciona, el siguiente que hace acostumbra a tampoco funcionar. Veremos que pasa en el caso de Paz Padilla y cuáles son los siguientes encargos que le dan.
Creo que dejaron escapar la oportunidad de consolidarla en las galas especiales de Navidad y Reyes y que, además, desde tiempos históricos llevaban su nombre.