Irene Rosales no esperaba que su estado de salud se resintiera de nuevo. Había dado grandes avances para mejorar, pero le cuesta un mundo levantar cabeza. Y la situación empieza a resultar bastante desesperante en algunos momentos.
La esposa de Kiko Rivera está muy pendiente del DJ. Desde que sufriera un ictus el pasado 20 de octubre no se ha separado de él. Aquello fue un simple susto que no desean que se vuelva a repetir nunca más.
Irene Rosales se ha convertido en el mayor apoyo del hijo de la tonadillera durante las últimas semanas. Parecía que todo iba de maravilla, pero cada cierto tiempo sufre algún contratiempo de salud. En las últimas horas comunicaba a sus seguidores en redes sociales que la mala suerte se había puesto en su contra de nuevo.
Se vio obligado a guardar reposo por una fascitis plantar. Se trata de una molestia muy dolorosa en el pie que apenas le deja caminar. Sin perder el humor, aseguraba que "no me puedo mover, tengo el pie como un mollete de Antequera".
No dudo en compartir con sus fans una imagen del pie visiblemente inflamado. Después de acudir a la consulta del médico le han recomendado darse baños en agua con hielo. Confirmaba que "me duele tela".
Añadió que "soy un pingüinito andando ahora mismo. Cuando se me quite volveré a caminar como Forrest Gump". Es normal que en ocasiones se desespere, y más ahora que se encuentra tan limitado.
"¿Sabéis el dolor que se siente? ¿Sabéis la putada que es no poder moverte? Además del aburrimiento máximo", dijo Kiko. Apenas sale de casa y tiene que conformarse con meter el pie en agua helada.
Irene Rosales sigue con mucha atención su recuperación. No hay que olvidar que también sufre gota y diabetes.
Lleva arrastrando estos problemas desde hace mucho tiempo y los malos hábitos tampoco han ayudado demasiado. Ya se ha puesto en manos de varios especialistas en busca de soluciones.
De momento, sigue un estricto programa de recuperación para el pie. Entre otras cosas debe guardar reposo y usar unas plantillas especiales.
Pero a su mujer le preocupan otras cosas. Ha ayudado al DJ para que adquiera unos hábitos de vida más sanos tras superar el ictus. Pero parece ser que él ha vuelto a saltarse algunas normas.
En los últimos días, Kiko ha acudido a un par de fiestas. Este asunto lo trataron en El programa de Ana Rosa. Joaquín Prat trató de defenderle diciendo que "si ha ido a la cena de Navidad es porque está recuperado y si está recuperado es porque sigue buenos hábitos".
Su compañero Pepe del Real le daba la razón, aunque también advertía que a su mujer "le asusta que vuelva a las andadas". No sería la primera vez que recae de algo.
Irene Rosales se empieza a cansar
Irene Rosales empieza a hartarse del comportamiento del DJ. Asistió a una "cena que no se iba a alargar y que finalmente se alargó bastante". Y todo repercute de lleno en la salud de Kiko.
"Vuelve a tener una fascitis, tiene el pie hinchado, al día siguiente no pudo hacer apenas cosas", señalaron. Se hicieron eco de todo aquello que preocupa a la excolaboradora de Viva la vida. Teme que "vuelva a llevar una vida descontrolada".
Es cierto que su esposo "ha dejado de fumar y va al gym". Pero la semana pasada "tuvo una cena y esta semana ha vuelto a tener otra". Considera que siempre puede cometer algún exceso en ese tipo de reuniones.
Irene Rosales mostró su malestar por lo ocurrido. De hecho, lo del pie le ha hecho muy poca gracia. Ella es la que más se preocupa por su situación.
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