La ruptura de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se ha convertido en el tema más comentado de los últimos días.
A todos nos pillaba por sorpresa, ya que todo parecía indicar que ya eran una pareja de lo más consolidada.
Sin embargo, según hemos podido saber, las cosas iban mal entre ellos desde hace tiempo. Además, parece que Preysler no terminaba de ser del agrado de los hijos de Vargas Llosa.
Es más, se habrían alegrado de que el escritor haya puesto punto y final a sus 8 años de relación con la reina de corazones.
"Los hijos de Mario nunca han soportado a su novia y él siempre los veía a solas cuando venían a España", aseguran fuentes cercanas.
"Ellos han visto lo agobiado que estaba su padre durante los últimos tiempos y se han alegrado mucho de la ruptura".
Es más, ya se posicionaron claramente con su madre, Patricia Llosa, después de ver las primeras imágenes de Vargas Llosa con Isabel.
La pareja acaba de cumplir 50 años de casados cuando el escándalo salió a la luz. En ese momento, Patricia aseguraba sentirse "sorprendida y apenada" por lo sucedido.
Mario Vargas Llosa lo arriesgaba todo para vivir su historia de amor con la madre de Tamara Falcó, muy a pesar de tenerlo todo en contra.
Y ahora que la relación no tiene vuelta atrás, vamos conociendo más detalles sobre los motivos que han terminado de propiciar la ruptura.
Según la versión de Isabel Preysler, los celos del escritor eran insoportables. De hecho, habrían protagonizado varias escenitas en público de las que muchos fueron testigos.
"Las escenas en el tiempo se repetían con muchísima frecuencia. Y delante de muchos testigos", acusan a Vargas Llosa.
Isabel Preysler, señalada por los hijos de Vargas Llosa
Algo que Isabel venía soportando casi desde el principio de la relación según daban a entender fuentes cercanas.
"Al principio de la relación, son invitados a una cena donde había gente de la jet, gente importante del mundo de las finanzas", explican.
"En esa cena, Isabel recibe una llamada a su teléfono de un armador griego, amigo suyo".
Esa era la primera vez que Preysler pudo ver la peor cara de su ex. "Él ve la llamada perdida, que se queda como perdida en la móvil. En ese momento, alega que está indispuesto y que no tiene ganas de comer", alegan.
"Se van de la cena, la saca de la cena, y cuando llegan al hotel él le monta un número que Isabel se queda horrorizada".
"Pegando unos gritos que provocan que los señores que estaban en la habitación de al lado llaman a recepción para ver qué pasa", cuentan al respecto.
"Los celos no son de una noche ni de un día", detallan. "Es una actitud que mantiene durante mucho tiempo en diferentes episodios o escenas, y que ella ha ido pasando por alto".
Y a esos arrebatos podría sumarse la intención de la reina de corazones de casarse. Algo a lo que Mario se negaba rotundamente. "Desde hace unos seis meses, Isabel solo tiene un deseo, casarse", argumentaban.
"Si el día de mañana te pasa algo, no quiero quedar como la amante de Vargas Llosa", le habría dejado caer a su ex.
Cabe remarcar que Patricia Llosa sigue siendo la esposa del escritor en Perú, donde nunca se llegó a ratificar el divorcio que firmaron en Madrid. Un detalle en particular que también beneficia claramente a la madre de sus hijos.
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