Ayer, Marta Riesco, después de salir de su primer día en Fiesta tras la baja, decidió rememorar un hecho de su pasado en el que su madre y ella lo pasaron bastante mal.
Asimismo, también comentó cómo había pasado el día de ayer en el que explicó que "nunca me he sentido tan acompañada como hoy". Contó que para ella era un día muy importante en el que estaba muy nerviosa, pues "al final no sabes cómo iban a ir a las cosas, qué va a ocurrir realmente... Y quiero deciros que ha sido muy positiva la vuelta".
Marta Riesco contó que, en su regreso, la directora del programa, Eva Espejo, y la presentadora, Emma García, le han dado un abrazo "que me ha llegado al alma". Así, por todo esto, la reportera explicaba muy contenta que estaba "súper feliz de haber vuelto a Fiesta, era realmente lo que quería y lo que necesitaba. Siempre lo digo, pero nunca he sido tan feliz, en mi vida, como trabajando en Fiesta".
Marta Riesco recuerda lo mal que lo pasó su madre en una anécdota sobre su pasado
Hablando del esfuerzo y de lo que le costó hacerse con su trabajo en Telecinco y entrar en Unicorn Content, contó una experiencia de cómo empezó. Al principio, Marta Riesco, al poco de graduarse, comenzó a trabajar como reportera en El Chiringuito de Jugones en La Sexta con Josep Pedrerol.
Sin embargo, como ella dice, ahí vino su primer bache, se acabó su contrato y se fue al paro. "En esa etapa, pasaron muchas cosas en mi vida, no encontré trabajo como periodista. Estuve dos años en el paro y empecé a trabajar en una tienda de ropa y en la tele de Murcia como autónoma", aunque no era el trabajo de sus sueños.
Todo se complicó tras el fallecimiento de su abuela a la que Marta Riesco estaba muy unida. "Yo me crie con ella y para mí es la persona más importante de mi vida, la que me lo enseñó todo", explica.
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Las cosas solo fueron a peor y rememora cuando "mi madre se quedó sin trabajo. Teníamos una etapa bastante complicada en mi familia". Y es que Marta Riesco acababa de perder a la persona con la que se crio y como ella misma dice, la más importante de su vida.
Es por ello que empezó a darse cuenta de que no estaba bien: "No quería levantarme de la cama, dormía mucho, estaba muy triste... Empecé a tener pánico a subirme a los ascensores, en el metro, pánico a absolutamente todo", cuenta la colaboradora.
Finalmente, su familia la llevó a un especialista y le diagnosticaron depresión: "Engordé casi 16 kilos, comía y dormía, no tenía ningún tipo de motivación. Mi madre también lo pasó muy mal", recuerda Marta Riesco.
Le recetaron medicación y unas pautas de vida saludable que empezó a cumplir cuando llegó a su vida su perrita. "Venía a despertarme todos los días y eso hacía que yo me fuera a andar todos los días por la mañana dos o tres horas con mi madre". Así, su madre y ella se apoyaron la una en la otra en este difícil momento y ambas consiguieron salir adelante.
Con dichas medidas, empezó a adelgazar y a encontrarse mejor y entonces se puso manos a la obra para cumplir su sueño. El de ser reportera de televisión.
Marta Riesco rememoró cómo entró a trabajar en El programa de Ana Rosa
Desde entonces, se dedicó a enviar emails "a toda persona relacionada con el mundo del periodismo. Escribía cincuenta emails al día pidiendo trabajo", aunque, como cuenta, "la respuesta siempre era negativa".
Sin embargo, recordó que le habían hablado de un cámara que trabajaba en El programa de Ana Rosa y decidió escribirle. La primera respuesta del chico fue que de momento no estaban buscando a nadie, pero que él la avisaría.
Meses después, el médico le quitó la medicación a Marta Riesco y le dijo que estaba mejor. Y al poco tiempo de eso, el cámara de El programa de Ana Rosa le dijo que buscaban a alguien para verano para el corazón.
Marta Riesco recuerda que ella no había trabajado nunca del corazón, ni le interesaba. Sin embargo, ella le dijo que, por favor, enviara su currículum. Finalmente, la llamaron y, aunque el proceso de selección no fue fácil, la cogieron a ella.