España se prepara para enfrentar días complicados debido a la llegada de una nueva borrasca que promete dejar lluvias abundantes, fuertes vientos y un efecto notable en el estado del mar. Este nuevo fenómeno climático afectará principalmente al norte del país, aunque sus consecuencias podrían sentirse en otras zonas.
Lluvias y vientos: los protagonistas del temporal
Las previsiones apuntan a que la borrasca, bautizada como Éowyn, traerá lluvias intensas que se concentrarán especialmente en Galicia, Asturias y Cantabria. En estas regiones, las acumulaciones de agua podrían ser significativas, superando en algunos puntos los 50 litros por metro cuadrado en pocas horas.
El viento será otro de los elementos destacados del temporal, con rachas que podrían superar los 80 kilómetros por hora en zonas costeras y montañosas. Estas condiciones adversas incrementan el riesgo de incidencias como caída de árboles, desprendimientos y daños en infraestructuras.
El mar, en estado de alerta
La borrasca no solo afectará en tierra firme. El estado del mar también se verá seriamente alterado, especialmente en el Cantábrico, donde se esperan olas que podrían superar los cinco metros de altura. Este incremento en el oleaje dificultará las actividades marítimas, especialmente las relacionadas con la pesca y el transporte.
Las autoridades han advertido del peligro que supone acercarse a los paseos marítimos y acantilados durante el paso del temporal. Dado que las olas podrían impactar con gran fuerza, poniendo en riesgo la seguridad de las personas, piden precaución.
Precauciones recomendadas por las autoridades
Ante este panorama, se recomienda a la población estar atenta a los boletines meteorológicos y evitar desplazamientos innecesarios durante las horas más críticas del temporal. Asimismo, es importante asegurar objetos susceptibles de ser arrastrados por el viento y revisar desagües y canalizaciones para prevenir posibles inundaciones.
En las zonas costeras, las autoridades piden máxima prudencia y evitar actividades cerca del mar durante el paso de la borrasca. La colaboración ciudadana será clave para minimizar riesgos y garantizar la seguridad en momentos de inestabilidad meteorológica.
Un invierno intenso y lleno de desafíos
Este enero se está caracterizando por una sucesión de borrascas que han dejado importantes acumulaciones de agua y episodios de viento en distintas partes del país. Estos fenómenos, aunque propios de la temporada invernal, están exigiendo un esfuerzo adicional tanto de las autoridades como de la población para afrontar las condiciones adversas.
La llegada de Éowyn no será la última prueba del invierno. Todo apunta a que los próximos meses seguirán marcados por la inestabilidad, lo que subraya la importancia de estar preparados y actuar con precaución ante cualquier adversidad climática.