Raquel Bollo lleva tiempo apartada de los programas de televisión. A excepción de alguna colaboración ocasional, lo cierto es que la empresaria vive al margen de los medios. No obstante, su nombre sigue ligado a una de las familias más famosas y es inevitable que sea preguntada por la última hora del clan Pantoja.
Pero Raquel procura mantenerse lejos de polémicas y centrase en lo que verdaderamente le importa de verdad. Su familia y el gran amor que siente por sus dos nietas: Jimena y Junquera que le han devuelto la sonrisa.
Raquel Bollo confiesa estar enamorada
Raquel Bollo se encuentra en un momento personal muy dulce después de haber superado los problemas que le supuso abandonar Sálvame. Tomó esa decisión para alejarse de las polémicas y poder centrarse en sacar adelante su propia marca de ropa.
Además su relación amorosa con un empresario sevillano hizo que Raquel quisiera llevarla en la intimidad y lejos de los focos. A Mariano, que así se llama la ilusión de la andaluza, no le gusta copar el interés de la prensa y prefiere seguir siendo anónimo. Algo muy complicado si su pareja se dedica a trabajar en programas de televisión.
Así pues, la madre de Manuel Cortés decidió romper con todo y apostar por una vida tranquila e íntima. Pero esto no le exime de tener que dar su opinión sobre los conflictos que amenazan al clan Pantoja. De hecho, fue la primera que comentó en el Deluxecómo había sido el ictus que Kiko Rivera sufrió hace una semana.
No obstante, estar alejada de los medios le ha dado la oportunidad de disfrutar plenamente del amor de su vida. Actualmente, Bollo afirma estar "enamorada y súper bien", y volcada en su familia.
Sobre todo en sus dos nietas a las que adora y por las que se desvive. "A Jimena y a Junquera las trato como si fueran mis hijas y lo estoy disfrutando muchísimo", comentaba en una entrevista.
Y es que para la empresaria, la llegada de las dos niñas ha sido una enorme alegría. Su hija Alma y su hijo Manuel han contribuido a la felicidad de su madre quien no deja de presumir de nietas.
Raquel Bollo, una abuela comprometida
Raquel no puede evitar una sonrisa cada vez que le mencionan a sus dos nietas. A sus 47 años presume de ser una abuela orgullosa y disfruta al máximo ejerciendo su papel. Con Jimena, la hija de Alma, es con quién más suele compartir su tiempo libre, ya que viven en Sevilla.
La pequeña parece ser todo un todoterreno y Bollo confiesa "estar riñéndole, parándole...". Eso sí, como abuela se define como muy consentidora y le permite hacer toda clase de travesuras.
Raquel reconoce que Jimena se parece mucho a Alma, aunque difieren en el carácter, señalando que su hija era "más retraída". Por otra parte, Junquera, hija de Manuel Cortés "tiene de los dos, del padre y de la madre".
Dado que la hija de Chiquetete fue madre muy joven, la sevillana se ha convertido en su mayor apoyo. Su deseo es seguir estudiando la carrera de Derecho y para ello, "no tiene más remedio que tirar de abuela".
Además, poco tiempo después de convertirse en madre, Alma rompió su relación con Juan José, el padre de Jimena. Por lo que Bollo todavía está más pendiente de que tanto a su hija como a su nieta no les falten de nada.
Mismo camino que siguió Manuel Cortés quien también rompió su noviazgo nueve meses después de convertirse en padre. Lo que ha hecho que Raquel se vuelque de lleno en el cuidado de sus dos grandes amores.