El rey Felipe mantuvo un largo encuentro con su padre el pasado lunes 23 de mayo en Zarzuela. Se hablaron de cuestiones familiares y de todas las polémicas que han salpicado a la familia Real durante los últimos tiempos.
En un momento de la reunión, Juan Carlos hizo una petición a su hijo, recibiendo una respuesta negativa.
El emérito quería prolongar su estancia en España unos días más. La intención era desplazarse a Barcelona para hacerse un chequeo médico en su clínica de confianza con el médico de toda la vida.
Tanto Felipe como su equipo se negaron a dicha solicitud. No están dispuestos a ceder más con Juan Carlos, conscientes del enorme daño que ha causado a la institución recientemente.
En Zarzuela tampoco encajaron nada bien la exposición mediática a la que se sometió el emérito durante su reciente viaje a Sanxenxo. Después de 21 meses en otro país, el retorno fue prácticamente televisado en directo. No fue precisamente discreto a la hora de moverse.
Este comportamiento incomodó bastante a Felipe, pero también al Gobierno. En vista de todo eso, consideraron que lo más oportuno era negarle el alargamiento de la estancia, señalan algunos medios.
Se trataba de un plan improvisado, del que no tenían constancia en la Casa Real. En un primer momento había confirmado su presencia en Galicia durante tres días, para acabar su periplo en España en Madrid. Al no estar en la hoja de ruta pactada, entendieron que no era adecuado concederle este favor.
La decisión no gustó nada al emérito. Esperaba que Felipe le permitiera desplazarse hasta la Ciudad Condal para visitar a su doctor de confianza. Pero dicha cita tendrá que esperar para otro momento.
Posiblemente para dentro de unas semanas. La intención de Juan Carlos es regresar de nuevo a Sanxenxo el 10 de junio. Ese fin de semana se celebrará la Copa del Mundo de Vela y él tiene previsto tomar parte en la competición con el Bribón.
El marido de Sofía podrá volver a España siempre que lo desee, pero cumpliendo una serie de requisitos. La Casa Real no quiere que cada vez que regrese se genere tanta expectación mediática. Y eso depende únicamente de él.
Hay que decir que Juan Carlos es un cliente habitual de la clínica Quirón de Barcelona, donde le atiende el doctor Manuel Sánchez. Antes de marcharse a Abu Dabi eran frecuentes sus viajes a Cataluña para someterse a controles. Ese era su propósito hace unos días.
Quería hacerse un chequeo médico para comprobar que todo iba en orden. Hay una serie de problemas de salud que deben revisarse, pero ahora deberán esperar.
Felipe no quiere más espectáculos
Felipe trata de evitar por todos los medios que su padre se coloque en la primera línea mediática. En agosto de 2020 le abrieron las puertas de Zarzuela para que se marchara de España. Eran conscientes de que sus últimas polémicas afectarían a la imagen de la Corona, y al tenerlo en otro país lo estarían apartando.
Los dos tenían pendientes una reunión desde hace tiempo. Juan Carlos quería retornar a su país, pero de hacerlo debería ser bajo las condiciones de Zarzuela. Le impidieron establecerse en palacio y tampoco deseaban que fijara su residencia en España de forma definitiva.
La visita a España de Juan Carlos I pudo acabar en desastre
Los más allegados al emérito se muestran muy críticos con su actitud. Consideran injusto que no le dejara acudir a Barcelona a una consulta médica.
Felipe sabe que su padre no atraviesa por su mejor momento en cuestiones de salud. Tiene pendiente revisarse unas lesiones cutáneas que fueran tratadas en 2019. Un año antes también se le colocó una prótesis de rodilla, de ahí sus problemas de movilidad.