El paso de Antonio Resines por el hospital le ha dejado unas cuantas secuelas. Su familia, sobre todo su hijo Ricardo y su esposa, eran los únicos que conocían en realidad el verdadero estado de salud del actor. Una vez recuperado, ha confirmado que salvó la vida de milagro.
No hay que olvidar que estuvo más de veinte días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Madrid. En ese periodo permaneció bastante tiempo en coma a causa de las complicaciones que le provocó la COVID-19.
Han pasado ya unas cuantas semanas de aquello y Resines ha vuelto a la televisión. Aprovecha cada programa para narrar sus vivencias con la enfermedad y explicar las complicaciones que le ha dejado.
Acudió a Las tres puertas de TVE, donde recordó los 23 días que permaneció en coma. Sin embargo, su estancia en el Gregorio Marañón fue bastante más larga. Además de en la UCI, también estuvo en planta tratando de reponerse.
Explicó que necesitó de oxígeno al no funcionar del todo bien sus pulmones. Echó la vista atrás y señaló que cuando trató de levantarse de la cama "no podía". Desveló que "había perdido el 85% de masa muscular, no tenía fuerza en las piernas".
Se puede decir que necesitaba ayuda para todo. "No podía ni darme la vuelta para dormir, estaba bastante impedido", apuntó.
Fueron momentos muy duros para su familia. En ningún momento perdió la esperanza pese a que las noticias que recibían no eran del todo optimistas. Pasaban los días y no apreciaban mejorías en su estado.
Aún en la actualidad, el intérprete detecta que le falta "un poquitín de equilibrio". Cuenta que "hay una cierta zona de estabilidad que no está al 100%". De ahí que se vea obligado a utilizar una muleta para desplazarse, mientras que presenta serias dificultades para subir escaleras.
Con cierto optimismo, Antonio Resines cuenta que "técnicamente, pienso que estoy al 90%". Sin lugar a dudas, una buena noticia para sus seguidores.
En otra entrevista en La Sexta, en El Objetivo, señaló que todavía no estaba restablecido del todo tras su paso por el hospital. "Estoy un poco cebollo, salí demacrado y ahora me veo con buen aspecto", confesaba.
Trató de tomarse las cosas con calma y se desplazó hasta la costa, donde consiguió mejorar mucho. "He estado dando paseos por la playa, he conseguido fuerza en las piernas y me he recuperado. Aunque llevo una semana en Madrid y estoy otra vez baldado", soltó entre risas.
Durante su estancia en el centro hospitalario desveló que sufrió extrañas alucinaciones. Tenían como protagonista a Hitler, la II Guerra Mundial, la reina de Inglaterra o la conferencia de Postdam. Se lo tomaba con humor, pero aquello no le restaba ninguna importancia a todo lo sufrido.
Antonio Resines tuvo muchas posibilidades de morir
La situación de Antonio Resines fue tan dura que llegó a pedir que le "pegarán un tiro" durante uno de los periodos de semiinconsciencia. Incluso estaba dispuesto a firmarlo ante notario para demostrar que ni su familia ni los médicos habían tenido influencia en su postura.
Una vez que se recuperó, uno de los facultativos le dijo que tuvo un 97% de posibilidades de fallecer. Esto ocurrió la segunda vez que lo intubaron. Recuerda, además, con cierta angustia cuando le hicieron la traqueotomía.
Siempre que puede aprovecha los distintos programas para agradecer el trabajo de los sanitarios, sobre todo de enfermeras y auxiliares. Por "realizar algo que yo no sería capaz de hacer jamás, ni por 50 000 euros". Se deshace en elogios por todos los cuidados recibidos.
Antonio Resines cree que se contagió mucho antes de lo que detectaron los test. Confiesa que se arrepintió de no haber solicitado ayuda antes, ya que los síntomas fueron a más con el tiempo. Acabaría con una doble neumonía bilateral.