A partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores españoles verán cambios significativos en las condiciones para acceder a la jubilación anticipada. Estos ajustes afectan tanto a la jubilación anticipada voluntaria como a la involuntaria.
Son parte de un calendario de reformas de la Seguridad Social, cuyo objetivo es asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Sin embargo, han causado malestar entre muchos trabajadores.
La Seguridad Social confirma el retraso de la jubilación anticipada
Uno de los principales cambios será la edad mínima para la jubilación anticipada. Para los que quieran jubilarse de forma voluntaria, deberán tener 63 años si han cotizado más de 38 años y tres meses. Si no cumplen con este requisito, tendrán que esperar hasta los 64 años y 8 meses.
Este cambio aumenta dos meses respecto a las edades mínimas de 2024. Además, los que decidan adelantar su jubilación se enfrentarán a penalizaciones en su pensión. Por ejemplo, adelantarla dos años podría significar una reducción del 21% en la pensión final.
Por otro lado, aquellos que se jubilen de forma involuntaria debido a despidos o causas ajenas a su voluntad, también verán cambios. En este caso, los trabajadores con menos de 38 años y tres meses de cotización deberán esperar hasta los 62 años y 8 meses.
Aquellos que tengan más de 38 años y tres meses podrán hacerlo a los 61 años. Al igual que en la jubilación anticipada voluntaria, la pensión sufrirá penalizaciones, pero serán menores.
Además de estos cambios en la jubilación anticipada, también se modificará la edad ordinaria de jubilación. A partir de 2025, los trabajadores que no hayan cotizado al menos 38 años y tres meses deberán esperar hasta los 66 años y 8 meses para jubilarse. Sin embargo, si han cotizado más de esa cantidad, podrán jubilarse a los 65 años sin penalizaciones.
Estos cambios no han sido bien recibidos por muchos trabajadores, especialmente aquellos cercanos a la jubilación. Para muchos, los ajustes en la edad de jubilación significan que tendrán que seguir trabajando más años de lo que esperaban. Aunque la reforma tiene el objetivo de hacer el sistema de pensiones más sostenible, también pone presión sobre quienes ya están cerca de la jubilación.
Desde el 1 de enero de 2025, la edad de jubilación anticipada se retrasará tanto para los que elijan jubilarse voluntariamente como involuntariamente. Aunque necesarias para la viabilidad del sistema de pensiones, estas reformas han frustrado a muchos trabajadores, que ven alterados sus planes de jubilación.