Sol Villanueva ha roto el silencio sobre la grave enfermedad contra la que lleva tiempo luchando. La vida de la periodista daba un giro drástico tras ser diagnosticada con el Síndrome de Guillain-Barré.
"Un trastorno neurológico poco frecuente, en el que el sistema inmune ataca a una parte del sistema nervioso".
La enfermedad sorprendía a Villanueva en febrero de 2020, casi a la vez que la pandemia. Y es que tal y como recuerda ella misma "llegó al hospital de Toledo en un avión medicalizado, justo el día de su cumpleaños".
Desde entonces, la batalla que ha librado Sol Villanueva ha sido constante. "Tenía muchas alucinaciones, pero también momentos de lucidez", cuenta al respecto.
"Era consciente de que algo grave me estaba pasando, que se llamaba Guillain-Barré. No podía mover ninguna parte de mi cuerpo, excepto el dedo gordo de mi pie derecho, y levemente", asegura Sol Villanueva en una de las primeras entrevistas que concede en mucho tiempo.
"Estuve en la UVI 15 días. Después me quitaron los respiradores y me subieron a planta. Al poco, se decretó el estado de alarma por la Covid. Era todo raro", añade al respecto.
Y justo por culpa del Covid, la periodista se veía completamente sola y aislada del mundo exterior.
"Nos cerraron las puertas de la habitación y yo me quedé sentada en una silla de ruedas, sola, no hablaba, no tenía forma de comunicarme casi", narra Sol Villanueva acerca de aquellos durísimos momentos.
Por suerte, Villanueva pudo contar con la ayuda de grandes profesionales a los que siempre estará agradecida.
"Los celadores me han dado mucha compañía y mucho cariño. Un día, un celador me dijo: 'Sol, ¿te apetece que vayamos a dar un paseo ahí fuera?'", explica emocionada.
"Le dije que sí, claro. Me sacó en silla de ruedas hasta el final de la galería y vi Toledo", recuerda sobre aquel día tan especial.
Gracias a ese gesto,Sol Villanueva comenzó a ser consciente de dónde estaba y por qué. "Ese momento tuvo un significado importante: fue la primera vez que fui consciente realmente de donde estaba", desvela.
"Algo se despertó en mí que empecé a sentirme segura: por el trato del personal, porque entendía dónde estaba, y me resultaba más fácil comprender mi entorno", sostiene.
Sol Villanueva habla sobre su dura enfermedad
Justo por eso, el hospital no solo se convertía en el lugar donde la ayudaron a recuperarse, sino también en el símbolo de su nueva vida.
"El Hospital Nacional de Parapléjicos, quién me lo iba a decir, se ha convertido en un lugar clave de mi vida y de mi memoria", remarca con orgullo.
Pero, sobre todo, Sol quiere dejar claro que hay un antes y un después del Guillain-Barré. Una nueva vida de la que ahora disfruta y en la que prefiere mandar un profundo mensaje a todos aquellos que enfrentan una situación tan delicada como la suya.
"No solo he rehecho mi vida aquí, prácticamente he renacido. Soy la misma persona, pero algunas cosas, algunos pensamientos, han cambiado en este tiempo", asegura.
"Desde que llegué a este hospital, me sentí segura y a salvo. A muchos de estos profesionales los considero amigos". Motivo por el que ha decidido dedicarles su nuevo libro.
Aunque, sin duda, lo más difícil para Sol Villanueva ha sido aceptar su nuevo físico. "Parece que tu conciencia va por un lado y tu cuerpo por otro".
"Es importante el habla, porque no tienes forma de comunicarte. Es muy difícil pedir algo, por ejemplo", señala.
"Mi marido era el único que me entendía. Aparte de la falta de movilidad física, la falta del habla todavía es peor. Tienes preguntas y no puedes hacerlas", se lamenta.
Pero eso también le ha servido a Sol Villanueva para darse cuenta del tipo de personas que tiene a su lado.
"Sabes cómo reaccionan tus amigos y tu familia cuando estás en una situación como la que pasé. Te dice mucho de las personas".
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