El rey Carlos III y la reina Camila están de visita oficial en Canadá. Es la primera vez que el monarca visita este país desde que asumió el trono en septiembre de 2022. Esta gira tiene gran importancia diplomática, pero también llama la atención el cuidado especial que se le brinda debido a su estado de salud.
Carlos III continúa en tratamiento oncológico. A pesar de ello, decidió realizar el viaje. La Casa Real británica está muy atenta a su bienestar. Desde Buckingham Palace se coordina el seguimiento médico para asegurar que todo vaya bien durante la estancia en Ottawa.
La salud del rey Carlos preocupa a Buckingham Palace | Grok
Carlos III y la planificación que hay detrás
El viaje está cuidadosamente planificado. El monarca estará acompañado por un médico canadiense. Esto es porque el doctor personal que lo atiende en Reino Unido no tiene licencia para ejercer en Canadá. Además, un grupo de asistentes canadienses acompaña a la pareja real para garantizar el correcto desarrollo de la visita.
El motivo principal del viaje es la apertura de la 45ª legislatura del Parlamento canadiense. Carlos III pronunciará el Discurso del Trono. Esta ceremonia, muy simbólica, se realiza desde un trono tallado en nogal cultivado en Windsor Great Park. Con esta acción, el rey refuerza el lazo que une a Canadá con la Corona británica.
Aunque la agenda es intensa, se ha adaptado para no sobrecargar al monarca. Carlos III ha mostrado voluntad de cumplir con la mayor cantidad de compromisos posible. Entre ellos, saludará a los ciudadanos, pasará revista a las tropas y participará en varias sesiones fotográficas. El programa es muy estricto, pero el rey desea dejar una buena impresión.
Carlos y Camila ya están en Canadá | @theroyalfamily
Los canadienses esperan que su visita envíe un mensaje claro. En un contexto de tensiones diplomáticas con Estados Unidos, la presencia del rey, junto con honores militares, representa el orgullo nacional y la independencia de Canadá. Para muchos, es una muestra de que Canadá no será nunca un estado más de EE. UU.
Durante la corta estancia, los reyes realizarán actividades simbólicas y comunitarias. Entre ellas, plantarán un árbol en Rideau Hall. También asistirán a eventos deportivos típicos, como partidos de hockey, que forman parte de la cultura canadiense.
Un aspecto destacado es la relación personal entre Carlos III y el primer ministro canadiense, Mark Carney. Carney fue gobernador del Banco de Inglaterra y se reunió con el rey en Buckingham Palace en marzo. Este vínculo fortalece los lazos entre ambos países y aporta un matiz especial a la visita.
El seguimiento desde Londres es constante y riguroso. Un equipo médico coordina con el personal en Canadá para garantizar que la salud del rey no sufra contratiempos. Esta vigilancia refleja la importancia de la visita y la sensibilidad ante la condición del monarca.
Más allá de la agenda oficial, la visita muestra la fortaleza de Carlos III. A pesar de las dificultades personales, asume sus responsabilidades con determinación. Su presencia reafirma la estabilidad de la monarquía y su papel dentro de la Mancomunidad de Naciones.