No ha sido un año fácil para Ana Obregón. Cuando el fallecimiento de su hijo y de su madre todavía le pesaban mucho, su padre le dijo también adiós para siempre el pasado septiembre. Es por este motivo que durante estos días se han podido leer titulares que hablaban de las navidades más duras para Ana Obregón.
La actriz dará las campanadas en Televisión Española con los Morancos. César y Jorge Cadaval son expertos en hacer reír a la gente, por lo que a su compañera, Ana Obregón, le sacarán más de una sonrisa durante la gala.
Es cierto que este año no podrá compartir el espacio con su amiga Anne Igartiburu, pero pasará un buen rato con los cómicos. "La voy a echar muchísimo de menos pero ella ya ha creado historia en las campanadas durante 14 años", explicó.
Ahora Informalia le ha hecho una entrevista a la actriz donde repasan algunos de los momentos más complicados de su vida y ella habla de cómo se siente ahora.
Ana Obregón pasará nochebuena en un lugar recóndito
Así lo ha contado, la actriz cogerá un tren o un avión el 23 o el 24 y se irá sola a no pensar. "Yo estas navidades, como desde hace dos años, yo no celebro. De hecho, ni adorno ni nada porque ¿para qué? Si estoy sola".
"Me voy solita a un sitio el día 23 o el 24 por la mañana y así no pienso que es Nochebuena. No puedo pensarlo, estas navidades me faltan mis padres y mi hijo y no puedo", ha confesado la actriz.
También ha comentado que le hace muy bien el haber conocido a Elena Huelva. "Elena es maravillosa, hablamos todos los días, lloramos juntas, le doy esperanza porque la hay y es una guerrera. Son lecciones que nos da de vida, tanto mi hijo como ella o como muchos que son anónimos, nos dan una lección de vida de lo que es importante".
Ana Obregón lo tiene claro y es que para ella, Elena "es una inspiración. Yo antes cuidaba de mi padre, de mi madre, de mi hijo y ahora como no tengo a quien cuidar pues me ayuda. Ayudar a los demás me ayuda", reveló Ana.
Y siguiendo con su sentimiento de vocación a los demás, Ana Obregón ha contado también cómo se siente cuando va a los hospitales a visitar a los niños enfermos. "Es que el alma ya la tengo rota. Lo único que me ayuda quizá a que vuelva a su sitio todo es estar con las madres, estar con ellos y darles esperanza".
Ana Obregón recuerda a su hijo en sus palabras
Ana Obregón tomó el testigo de su hijo Aless cuando él empezó a escribir una novela en la que contaba el proceso de cómo lo estaba pasando. Desgraciadamente, el libro no lo pudo acabar y ahora es Ana quien se ha puesto manos a la obra para finalizar uno de los últimos proyectos de su hijo.
"Llevo cuatro meses escribiendo, es un homenaje a mi hijo. El libro se llamará El chico de las musarañas. Él empezó a escribirlo cuando empezó el tratamiento de quimio y quería terminarlo pero no le dio tiempo".
La actriz cuenta que este proceso "está siendo duro, pero ese libro que él quería publicar y donarlo a la investigación será como el corazón de mi libro. Yo escribiré un antes y un después y todo irá a la fundación de mi hijo".
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