Belén Esteban atraviesa una etapa bastante agridulce. En primer lugar, hace poco sufría una aparatosa caída que la obligaba a pasar por quirófano. Pero, por contra, su empresa no deja de darle alegrías.
La de Paracuellos sufría hace unos días una rotura de tibia y peroné que la obligaba a detener su frenético ritmo de vida y descansar al menos durante los próximos dos meses.
Algo que también la llevaba a posponer los grandes planes que tiene pendientes con su marca, 'Los Sabores de la Esteban'. Entre ellos, lanzar una línea de productos e incluso fundar un restaurante, lo que la convertiría en una auténtica empresaria de éxito.
Hace meses que Esteban conseguía que su famoso gazpacho traspasase las fronteras y llegase hasta Dubái, a una de las ferias de alimentación más importantes del mundo.
"Me gustaría llegar hasta el extranjero. También te digo. Mi primer objetivo era triunfar con mis productos y ahora quiero llevar por el mundo la marca España", reconocía la colaboradora de Sálvame.
"Yo sé que hay mucha gente que no puede conmigo, y los respeto, claro, pero sé que hay otras personas que sí me aprecian. Y a todos les agradezco que hayan confiado en mí porque 'Sabores de la Esteban' se va a quedar", aseguraba emocionada.
Sin duda, en todo momento Belén ha contado con el gran apoyo de su marido, Miguel Marcos, y también de su hija, Andrea Janeiro.
Lo que empezó como un mero entretenimiento, con su sección de cocina durante la pandemia, se ha convertido en algo mucho más grande de lo que la ex de Jesulín podría imaginar.
"He conseguido traer mis productos a una de las ferias de alimentación más importantes del mundo. Era uno de mis objetivos, porque quiero que mis productos estén en España, pero me hacía mucha ilusión lanzarlos en el extranjero", sostenía.
"Sobre todo en Dubái, que es un sitio que me llama mucho la atención". "Estoy muy contenta porque ha conllevado mucho esfuerzo, pero también ilusión".
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Además, Belén dejaba muy claro que en todo momento "el personaje está por un lado, y la empresa por el otro".
"A mi me han tomado en serio como empresaria desde el primer momento, no he tenido problemas con nadie, me lo he currado y vamos poquito a poco; prefiero pocos productos, y buenos", explicaba.
"Hay muchísimo trabajo detrás de todo esto, pero también precisamente por eso estoy tan contenta y satisfecha. Nunca tiraré la toalla", prometía.
"Se lo debo todo a la gente, que ha acogido todo de maravilla en un mundo como el de la alimentación, que es muy complicado. Al consumidor no se le puede engañar", apuntaba con seguridad.
Próximamente, parece que la de Paracuellos tiene pendiente lanzar una nueva línea de gazpachos pero elaborado con otro tipo de tomate. "Un gazpacho kumato que tiene un sabor un poquito más fuerte".
Además, dejaba caer que no le importaría tener su propio restaurante. "Pero todo con productos hechos por mí, ¿eh?", matizaba.
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Unos planes que tendrá que posponer por sus problemas de salud, pero que sin duda tiene muchas ganas de llevar a cabo.
"No quiero tener muchos productos en el mercado y, los que tenga, quiero que tengan que ver con la alimentación. Quiero centrarme en eso".
Por otro lado, su presencia en la televisión también se ha visto cuestionada. "Yo en la tele estoy contenta y muy bien, ahora mismo estoy compaginando, pero ¿algún día llegará el momento? Pues sí, pero no te puedo decir fechas", decía sobre el día en que tenga que abandonar Sálvame.
"Soy muy afortunada con el trabajo que tengo y, de momento, sigo ilusionada con mi empresa".