Recuerdo aquellos meses e incluso años en los que Sálvame pisaba solamente por dónde andaba Kiko Hernández. La dirección del programa tenía confianza ciega en el colaborador y las informaciones que él daba, las daban por buenas sin dudarlo. Incluso hacían pivotar horas y horas de programa con sus informaciones y le dejaban lucirse y gustarse tanto como él quisiera.
Telecinco y Sálvameestaban tan encantados con el colaborador que incluso lo dejaban presentar el programa cada dos por tres y lo cierto es que no lo hacía del todo mal. Aunque ha habido otros colaboradores reconvertidos en presentadores y que lo han hecho mucho mejor.
Varios colaboradores y compañeros de Kiko Hernández han confesado que le han temido a él y a sus informaciones. Seguramente este temor se veía reforzado por el papel que tenía en el programa y el caso que le hacía la cúpula. Pero me temo que todo esto ya es pasado y el colaborador ha descendido a los infiernos como muchos otros.
Kiko Hernández se rebotó con el programa cuando se empezó a hablar de su estrecha amistad con el actor Fran Antón. Fue tanto el enfado que incluso dejó el programa un tiempo, pero acabó volviendo. Esta vuelta parece que no ha sido con las mismas condiciones con las que él se fue.
Sus apariciones son mucho más escasas, ya no presenta nunca el programa y su papel se ha deteriorado de forma considerable. La vuelta de Kiko Hernández a Sálvameya nos dejó ver que las cosas ya no son como eran y que el colaborador había perdido el privilegio de ser intocable.
Las imágenes con su amigo Fran Antón no paraban de salir en pantalla, le hacían guardias en las escapadas que hacía con el actor y le sometían a interrogatorios constantemente. Incluso sus propios compañeros se sorprendían de que el colaborador ya no contase con la protección que tantos años le han proporcionado desde el programa.
Cuando empezó el caso de la traición del chofer Gustavo a Carmen Borrego y Terelu Campos, el programa puso un tema sobre la mesa que de nuevo, afectaba a Hernández. Con las primeras informaciones que dio, la dirección de Sálvame dejó caer que Kiko podría ser el nuevo José Antonio Avilés. Poniendo en duda su profesionalidad y dejándolo de mentiroso, teniendo en cuenta el pasado trolero de Avilés.
El propio Kiko Hernández se ha enterrado mediáticamente con sus acciones
Seguramente, y queriendo reflotar su papel en el programa, Kiko Hernández quiso sacar una nueva trama que él pensaba que le serviría para poder volver a ganarse a sus jefes. Pero lo cierto es que, de nuevo, le ha salido el tiro por la culata.
El colaborador quiso destapar a Gustavo el chofer y hacer ver a las hermanas Borrego Campos que este y Belén Rodríguez las ponía a parir cada dos por tres. Como pruebas ha narrado almuerzos en los que él también asistía y ha revelado todo lo que se hablaba en estos encuentros.
Sin pensar, quizás, que él mismo se estaba destapando como cómplice y participe de estos encuentros. Ganándose así también el título de mal amigo. Sin embargo, él afirma que no tiene la misma culpa porque no se considera amigo de las hermanas Campos.
Y que, además, todo lo que él dijo ya se lo dijo a ellas previamente en la cara. Estas explicaciones suenan a muy baratas y no lo eximen de estar metido en el ajo. La cosa se le ha complicado mucho queriendo destapar el chat de la traición.
Chat en el que Gustavo el Chofer, su pareja, Belén Ro y Kiko Hernández critican a Carmen Borrego. Su propio programa lo ha vuelto a cuestionar, afirmando que estos mensajes pueden haber sido manipulados por él.
Dejándolo de nuevo con el culo al aire, Kiko Hernández ha jugado mal sus cartas y creo que lo tiene muy difícil para volver a ser quién era.
Su juego sucio ya no gusta y ha pasado de ser un malo con gracia, a ser un malo sin ningún atractivo y con mal fondo, con el único objetivo de salvar su silla.
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