Ana María Aldón está pasándolo realmente mal después de que su hija haya arremetido de manera implacable contra ella.
Gema no dudaba en acusar a Ana María por haberla abandonado en el peor momento, cuando más la necesitaba.
"Me sentí abandonada, me dolió más que el hecho de estar sin mi padre", señalaba en una reciente entrevista.
Unas acusaciones ante las que Ana María Aldón ha intentado defenderse. "Cuando me vengo a vivir a Madrid yo me la traigo, no la dejo abandonada", explicaba al respecto este fin de semana.
Sin embargo, la joven no terminaba de acostumbrarse a esa nueva vida y optaba por volver al pueblo, con su familia.
Ana María relataba entre lágrimas lo mucho que le había costado dejar a su hija justo cuando iba a cumplir 18 años.
"Yo estaba embarazada de mi segundo hijo", aseguraba Aldón. "Aquí había unos problemas que requerían estar al pie del cañón, venían tiempos muy turbios y yo ya no me podía ir".
"Ella lo que ve es que estaba atendiendo los problemas y las necesidades de otra familia", opina acerca de los reproches de su hija.
"Y sé que eso no me lo va a perdonar nunca, aunque a lo mejor soy yo la que no me lo he perdonado a mí misma", reconocía completamente abatida.
Ana María insistía en que siempre había intentado ser la mejor posible, a pesar de quedarse embarazada demasiado joven.
"Yo me quedé con 17 años con un bebé en brazos mientras mis amigas hacían cosas típicas de su edad", relataba.
"Lo hice lo mejor que pude o que supe", añadía. Y ahora debería ser ella quien sepa que hizo lo mejor que pudo.
El duro reproche de la hija de Ana María Aldón cuando más la necesitaba
Ana María Aldón dejaba claro que había ayudado a Gema todo lo que había podido y más. "En estos 27 años que tiene mi hija he sufrido mucho y siempre he estado ahí a su lado", se defendía.
"Y cuando no he podido estar físicamente, he estado por teléfono siempre que me ha necesitado", alegaba.
"No me arrepiento porque tengo dos hijos, pero me hubiese gustado haber tenido dos cuerpos para estar al lado de cada uno", concluía.
Aunque eso no quita que Ana María se sienta culpable por lo sucedido. Se culpaba que alomejor no había sido la mejor para poder estar a la altura.
Por otro lado, Gema aseguraba haber vivido un auténtico infierno al lado de su expareja, que la maltrataba de la peor forma.
"Me consta que en más de una ocasión los vecinos han llamado a la policía por las cosas que se estaban viviendo en tu casa", le decían a la joven.
Pese a ello, la hija de Ana María Aldón se veía incapaz de separarse porque quería que su hija creciese en un buen núcleo familiar, no como le pasó a ella.
En ese momento, la joven ni siquiera le pidió ayuda a Aldón, ya que era consciente de que Aldón tenía sus propios problemas.
Gema no pensó en llamar a Ana María porque sabía que tenía sus propios problemas. Le contaba lo que le pasaba, y su respuesta era que pusiese final en esa relación, pero no se lo contaba todo.
Gema Aldón sabe que Ana María Aldón siempre ha estado y siempre estará, pero que no es lo mismo por teléfono que tenerla realmente a su lado.
Por suerte, Gema finalmente pudo terminar con esa relación tan tóxica y ahora se siente feliz. "Me costó muchos años, pero la cosa se iba poniendo muy fea".
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