La infanta Sofía no ha tenido un comienzo de curso muy agradable. Parece que a la hija de los reyes le cuesta encajar con sus compañeros.
Tanto es así, que incluso han salido a la luz acusaciones de machismo contra la joven. Sobre todo, porque quiere jugar al fútbol, una de sus grandes pasiones.
Al parecer, la infanta Sofía ha tenido que hacer frente a comentarios despectivos por querer practicar un "deporte de hombres".
Comentarios que no vienen solo de parte de los chicos, sino también de sus compañeras, que le habrían mostrado su completo rechazo.
Una situación muy dolorosa y complicada que la joven ha tolerado en silencio estos últimos meses. Inevitablemente ha terminado saliendo a la luz, empañando la imagen del Santa María de los Rosales.
Esto vendría derivado también de esas diferencias que Letizia siempre ha hecho entre sus hijas y el resto de niños desde que eran muy pequeñas.
Siempre se ha rumoreado que la reina ponía mucho hincapié en que tanto Leonor como Sofía recibieran un trato especial, algo que no hacía mucha gracia al resto de padres.
De lejos es sabido que la madre de Sofía tenía impuestas unas estrictas normas y prohibiciones a sus hijas, entre las que se encontraba ver televisión, jugar con tablets o comer golosinas.
Esa obsesión por la vida sana la llevaba incluso a imponer su propia voluntad en el comedor.
Tanto es así, que se daba a conocer que había elaborado un menú distinto para sus niñas, al que también tendrían que someterse el resto de los estudiantes.
Un menú que, por supuesto, no incluía grasas, carbohidratos ni azúcares, lo que habría terminado cabreando a los padres. "No sabíamos que (Letizia) era nutrióloga", se habría lamentado uno de ellos.
Sofía, víctima de comentarios machistas
Eso, sin contar con que la presencia de los guardaespaldas llegaba a incomodar a los demás niños puesto que "se pasan el día vigilando quién se acerca a ellas o les dice algo".
Y también recibían la estricta orden de no responder en caso de que se hable de asuntos familiares "en el entorno de clase".
De esa forma, eso también podría haber afectado en gran medida tanto a Sofía como a Leonor a la hora de hacer amigos.
Los padres de Leonor están preocupados por la situación que atraviesa su hija. Los reyes ya se han puesto en contacto con la dirección del centro para hacerles llegar su enfado. Todo para exigiles que se solucione el problema cuanto antes.
Y más teniendo en cuenta los 14.000 euros que han desembolsado cada año para que las niñas reciban la mejor de las formaciones.
En 2013 cuando Leonor y Sofía llegaban por primera vez a este elitista colegio. Según ellos se centra en proporcionar una "formación encaminada a garantizar el total desarrollo de la personalidad de los alumnos".
Por otro lado, cabe remarcar que Letizia ha estado siempre muy preocupada por la educación de sus hijas, llegando en muchas ocasiones a extralimitarse.
Tanto es así, que ejercía un excesivo control sobre los profesores y acudía al centro cada diez días. Eso, sin contar con las modificaciones que se llevaron a cabo en el recinto, enfocadas en proteger a las jóvenes de miradas indiscretas.
Cambios tan drásticos como elevar las vallas del lugar, que se subieron casi dos metros más de altura.
Dentro de todo lo malo, a Sofía le queda afrontar este último año en el Santa María de los Rosales, tras lo cual tiene pensado seguir los mismos pasos que Leonor.
La joven sueña con marcharse al extranjero, puede que al UWC Atlantic College, donde podrá gozar de mucha más libertad.