Kiko Hernández ha sido uno de los últimos colaboradores de Sálvame en pasar por chapa y pintura.
Hernández se ha sumado a otros rostros como María Patiño y ha decidido someterse a algún retoque estético para mejorar su aspecto.
Así, acudía a su clínica de confianza para realizarse un lifting sin necesidad de pasar por quirófano. "Más de 550 impulsos de nuestra radiofrecuencia, la más potente del sector médico", anunciaban en sus redes sociales.
Un tratamiento completamente indoloro y gracias al cual el tertuliano podrá lucir un cutis envidiable "ya que reafirma, previene y combate la flacidez, redensifica, y estimula y genera colágeno".
Eso sí, ha desembolsado una fuerte suma de dinero para poder darse este capricho, ya que tiene un precio nada menos que de 1.800 euros.
Kiko pasa de esta forma a engrosar la lista de colaboradores que buscan conseguir su mejor versión recurriendo a la cirugía estética.
Y, sin duda, María Patiño es un de las que más asiduas son a este tipo de tratamientos, ya que ella misma reconocía que sufría el 'Síndrome de Peter Pan' y le daba miedo envejecer.
Hace poco, la presentadora de Socialité volvía a pasar por quirófano para realizar una elevación de glúteos.
"Esta novedosa técnica consiste en microinfiltraciones de ácido hialurónico e hilos líquidos, es decir, estimuladores de colágeno y elastina para elevarlos con un toque muy push".
"Se lleva a cabo con anestesia local y no exige hospitalización", explicaba a sus seguidores.
Patiño nunca ha ocultado a sus seguidores todos los retoques a los que se ha sometido y siempre se ha sincerado con ellos al respecto.
Hasta el momento, la periodista ya se ha aplicado bótox, "en la frente, patas de gallo y entrecejo". Además de un relleno de ojeras y pómulos con ácido hialurónico.
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Kiko Hernández se apunta a los retoques estéticos
A eso se sumaba una rinoplastia "para corregir, en su caso, la punta de la nariz y el caballete", una operación de pecho y una liposucción.
Al igual que otros como Kiko Matamoros, que también ha hecho todo lo posible por lucir lo mejor posible a sus 60 años.
Entre sus últimos retoques destacan una marcación abdominal y a una blefaroplastia para eliminar la piel sobrante de sus párpados.
"Me he hecho una cosa en la oreja, lo de los ojos, me he extraído las glándulas mamarias al no cumplir ninguna función biológica y te puede producir un cáncer de mama", explicaba.
"También es para marcar el pectoral y esto casi no duele. Lo que sí es molesto es lo del abdomen porque es una liposucción que me han quitado muchísima grasa, en concreto, 3 litros. No sabía que tenía tanto, tenía sobre todo en los flancos".
Por su parte, Kiko Hernández ha sido algo más discreto respecto a este tema. El colaborador siempre ha manifestado su miedo a no quedar como él realmente quería o que se le cambie la expresión de la cara que tanto le caracteriza.
De hecho, todos están pendientes al más mínimo cambio que se pueda someter el colaborador. Hace un tiempo, Hernández explotaba por los ataques recibidos después de que muchos insinuasen que se había retocado la cara.
"Tanta historia con el cambio de look…", decía tras haberse teñido el pelo con un tono ceniza.
"Estaba cansado de las canas del abuelito de Heidi", aseguraba. "Nada más", insistía el colaborador. "Ni retoques ni nada en la cara, un poquito de rayos UVA, eso sí".
Parece que Kiko ha terminado perdiéndole el miedo a pasar por quirófano para mejorar su aspecto, y ahora sí que puede decir que él también ha caído en los encantos de la cirugía plástica.