Pepe a sus 82 años asegura que no ha dejado de querer a ninguna de sus dos exmujeres. Él considera que el secreto para llegar bien a su edad es hacer deporte y comer de manera saludable.
Lleva viudo 6 años y quiere encontrar a una persona con la que poder mitigar su soledad, ir al teatro, a pasear… etc.
Pepe cuando ha visto su cita, Carmen, se ha llevado una buena impresión. Los dos coinciden en que les ha costado dar el paso de venir al programa.
Carmen le cuenta que hacía muchos traslados debido al trabajo de su marido. Y justo al jubilarse, le dijo que se quería separar.
Mientras que Pepe le explica que engañó a su primera mujer, aunque lo importante para ella es que tenga buena relación con sus hijos y sea querido pese a sus errores.
Para Carmen es muy importante también que él sea creyente y tenga esos valores. Además, también ha aplaudido que lleve una vida tan sana.
"Todo lo que has dicho me encanta", le confiesa Carmen. Y cuando él le ha dicho que es una señora de los pies a la cabeza, ella se ha emocionado mucho.
"Los elogios me afectan mucho, soy muy sensible", le explica.
Finalmente los dos deciden tener otra cita para seguir conociéndose, pese a que la distancia puede suponer un problema.
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Paula busca un empotrador con chándal gris
Paula cree que la gente que no la conoce piensa que es una estúpida y una borde. "Mi cara no miente". Además, se lamenta por el hecho de haberse cruzado solo con infieles.
E incluso se atreve a leer uno de los últimos mensajes que le habían mandado, de un chico que tiene pareja y pretendía quedar con ella.
No quiere un 'ni ni' y que sepa hablar bien. "Una persona con iniciativa y que yo diga: 'aquí es Paula'".
Ella busca un empotrador con chándal y lo dice directamente. "Así me va", bromea al respecta.
Cuando ha visto entrar a Noel, no le ha gustado para nada. "Madre mía, un cayetano", se ha quejado. Y es que parece ser todo lo contrario a lo que ella buscaba.
Mientras que a Noel le ha parecido una chica muy explosiva. En la cena, cuando le ha preguntado directamente por el tipo de chico que le gusta de normal, se ha dado cuenta enseguida que es todo lo contrario a él.
Paula tiene claro que no es su tipo, pero reconoce a su favor que al menos tiene cerebro.
"Te gusta lo contrario a mí, pero no estás con ellos", comenta él sorprendido.
"Claro, porque yo no puedo estar con alguien que tenga el cerebro del tamaño de un pistacho", le ha explicado Paula.
"Eso de que se limiten a hablar del peso que levantan en el gimnasio y se hinchen a arroz con pollo no me gusta".
Mientras que Noel le cuenta que le gusta hacer deporte y acaba de descubrir la escalada.
Eso a ella le da pereza. "Eres el típico tío escalada de Tinder", ha opinado. "De esos que haces 'next'".
Rápidamente, Paula se da cuenta de que él no le cuadra y no podría tener una relación. "Este mucha pinta de empotrador no tiene", opina.
Sin embargo, Noel todavía se plantea darle una oportunidad. Al final, él se queda con ganas de poder conocerla un poco más, aunque para ella ha sido un 'no' rotundo.
Mónica ve a su cita demasiado mayor para ella
Eduardo se define como buena persona y buen amigo de sus amigos. "También tengo ese punto de picardía", asegura.
A pesar de que es entrenador personal, no busca un tipo de chica atlética, pero sí que se cuide. Cree que es muy importante ver como la chica en cuestión se relaciona con su entorno.
Mónica es una chica muy hiperactiva, bastante sincera y loca. No la ha tratado bien el amor porque no ha encontrado a la persona adecuada con la que pueda encajar.
A Eduardo ella le ha encantado al verla. "Me ha parecido muy atractiva, también me ha gustado su forma de vestir".
Sin embargo, nada más conocerse, Mónica mete la pata al calificarle de 'abuelete'. Y es que aparenta ser mucho mayor de 23 años.
Ese comentario molesta un poco a Eduardo e incluso los camareros se ven obligados a intervenir.
"Sé que aparento más edad, pero no me ha sentado bien", ha dicho él.
Al sentarse a cenar, ambos rompen a reír por lo extraña que es la situación. Y ella confiesa que le hace mucha gracia. "Hace unos movimientos con la cara muy raros y es que mira muy fijamente".
A Eduardo le sorprende que la cita perfecta para ella sea llevarla a comer.
Y justo cuando habían encontrado algo en común, Mónica vuelve a soltarle otro zasca.
"Y eso del pelo rapado, ¿por qué es?", le ha soltado sin reparos. A lo que Eduardo le ha explicado que es porque ya de por si tiene poco pelo.
Al final, esos desencuentros terminan con Mónica dejando claro que no quiere tener otra cita.