Ana María Aldón está llevando un ritmo tan frenético de trabajo que finalmente le ha terminado pasando factura.
La mujer de Ortega Cano trabaja como colaboradora en Viva la vida y acaba de aceptar también el puesto de diseñadora enSálvame.
Algo que ha generado mucha controversia, ya que en el programa llevan meses arremetiendo contra el clan de los Mohedano. "Yo puedo con eso y con un poquito más también", aseguraba Aldón.
"Estoy muy cómoda en fin de semana en Viva la vida y venir aquí había que ver bien la propuesta y qué se ofrecía", explicaba.
De hecho, la diseñadora se veía en la complicada tesitura de tener que mantener una conversación con Rociíto.
La hija de 'la más grande' entraba en directo en el programa, y no dudaba en saludar amablemente a la colaboradora. "Un besito, Ana María, si estás ahí", le decía de manera muy cordial.
A lo que Ana María le respondía en la misma medida: "Un beso, igualmente".
Toda esta situación está generándole mucho estrés a la diseñadora, que confesaba en directo los problemas de salud a los que debe hacer frente.
"Me ha venido dos veces el periodo en un mes, eso no es normal", confesaba. "Ayer dormí cuatro horas, esta noche de 12 a 6 de la mañana. Ocho días sin dormir no hay cuerpo que lo resista".
"Yo tenia una casa, un marido, un hijo... Cuando llegue el momento que termine la colección espero que me reconozcan", decía a modo de broma.
Aunque, por suerte, parece que Ortega Cano está completamente volcado con ella: "Me apoyó desde el primer momento y sabe que me ilusiona", comenta sobre su marido.
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Hace un tiempo que Ana María reconocía abiertamente que había hecho frente a una depresión. "He tomado medicación desde el año 2014". "Me hacían mucho daño. Fue un cúmulo de cosas, no solo la prensa, sino alguna más".
Y a pesar de que estaba ya muy recuperada, parece que el escándalo que ha traído la docuserie de Carrasco casi vuelve a hundirla en el mismo abismo.
Sobre todo, porque sentía que su marido no le daba su sitio. "Llevamos mucho tiempo y espero que en algún momento sea mi momento. Lo hemos pasado muy mal y espero que llegue el momento de volver a entrar y salir y hacer cosas", alegaba.
"Ese fue un punto en el que te planteas muchas cosas: estamos venerando a una persona que no está desde hace muchos años, y los que estamos...", se lamentaba acerca del amor que su marido le profesa a Rocío Jurado.
"A partir de ahí seguimos adelante pero luego vino la docuserie y fue haciendo mella". "El final de 2021 ha sido muy duro porque me veía de nuevo en las puertas del pozo de la depresión y no me da la gana", sentenciaba.
"Yo no soy Rocío Jurado pero soy persona. Yo también quiero sentir que hago dichoso a mi marido y sentir que es feliz conmigo", remarcaba dolida.
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Por otra parte, lo cierto es que Ortega Cano tampoco estuvo muy acertado a la hora de tratar este tema tan delicado con su mujer.
"Yo lo único que he hecho en mi vida es portarme bien con todo el mundo, pero cuando no es una cosa es otra", se defendía el diestro.
"Yo sé que ella tiene problemas que debe atender de su salud. Ella tiene que tomarse unos medicamentos que lleva tiempo sin tomarse", señalaba respecto a la depresión que padeció su mujer.