Desde los inicios de su matrimonio, Rocío Jurado vio peligrar su relación con Ortega Cano. Y es que los múltiples errores del torero en su boda, hicieron sospechar a Rocío del futuro que les esperaba.
El supuesto "día más feliz" de la vida de Rocío Jurado
La boda de Ortega Cano y Rocío Jurado, el 17 de febrero de 1995, acogió a invitados como el mismísimo Rey Juan Carlos I. En tono bromista, se dice que el monarca comentaba “yo no voy a poder gastar tanto en la boda de la infanta”. Y es que la boda de Rocío Jurado se produjo apenas un mes antes de la de su hija Elena con Jaime de Marichalar.
Según ha revelado Lecturas, la primera vez que el torero vio a la Jurado ni siquiera se atrevió a hablarle. La cantante, acompañada de su madre, paseaba por Madrid, cuando José Ortega Cano se encontró de frente con ella. A pesar de dejar pasar la oportunidad, el torero y Rocío Jurado tuvieron la ocasión de conocerse unos meses más tarde en 1992.
Rocío y el diestro coincidieron en la consulta de espera de un reconocido endocrino, el doctor Mariscal. Según se cuenta, uno de los miembros de la expareja "no tenía cita ese día". Muchos piensan que el equivocado era el torero.
“Él se enamora de Rocío y ella, de José”, confiesa Marina Bernal en su famoso libro Canta, Rocío, canta. “Hasta ahora no había encontrado a esa mujer que yo necesitaba, esa mujer con la que soñaba compartir mi vida. Me enamoró su faceta de persona tímida, tierna y generosa”, confesó poco más tarde el torero a la revista Hola.
El diseñador del vestido de la boda de la Jurado fue el colombiano Arturo Zapata. “El año que Rocío se casó fue el de la cornada de Ortega Cano", confesó Zapata hace cuatro años en una exclusiva para La Razón. Y es que, según cuenta el diseñador, la Jurado no pudo probarse el vestido de novia hasta que no "pasó el peligro" tras la intervención quirúrgica del torero por su accidente.
"Pasado el peligro, llegué a España con su vestido de novia. Ella me abrazó y me dijo al oído que casi nos quedamos con el vestido hecho". "En realidad, lo único que quiero es que seas muy feliz el día de tu boda, pero te he preparado un diseño que quiero que veas”, dijo el diseñador a la cantante.
Y es que, sin duda, el vestido que quería enseñarle fue el escogido por la Jurado para el día de su boda. El vestido blanco y elegante de Rocío Jurado pasaría a la historia. En cambio, parece que el torero cometió varios errores el día de su boda.
Los errores de Ortega Cano el día de su boda
"Nunca he visto a mi madre tan guapa", confesaba Rociíto el día de la boda. Y es que Rocío Jurado se veía tan espléndida, que Ortega Cano cometió bastantes errores en la ceremonia, supuestamente abrumado por la belleza de su mujer.
En primer lugar, el diestro se ubicó mal al llegar al altar. Posteriormente, se dice que el torero confundió el dedo donde debía poner el anillo a Rocío. La Jurado, entre alguna que otra carcajada, fue quien tuvo que indicarle dónde iba la alianza.
Según se cuenta, además, la noche de bodas fue un tanto extraña. Se dice que Ortega Cano y Rocío pasaron la noche durmiendo en el suelo, sobre un colchón.
“Soy todo lo feliz que se puede ser, pues nadie, creo yo, lo es completamente”, aseguraba Rocío en su boda. En cambio, la Jurado también reconoció sentirse preocupada, por lo que no disfrutaba del todo de las cosas. "La felicidad completa no creo que la tenga nadie", confesaba después, durante uno de sus viajes con el torero.