Irene Rosales está en el punto de mira. Desde que a Kiko Rivera le dio un ictus la madrugada del viernes 21 de octubre. Desde entonces la prensa y sus seguidores se han preguntado muy preocupados el estado en el que se encontraría.
Kiko Rivera recibía el alta hospitalaria el lunes, después de haber permanecido cuatro días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío. De esta forma, el DJ ha regresado a casa junto a Irene Rosales, quien no se ha separado de él estos últimos días.
El hijo de Isabel Pantoja ha ido compartiendo en sus redes sociales cómo se siente y qué ha pasado en estos últimos días. "Hoy estoy más triste. Empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y, aunque voy mejorando, no puedo dejar de estar triste."
"Es cierto que he sentido el cariño de muchos, incluso de gente que no me esperaba, para ellos un fuerte abrazo. He tenido y tengo mucho tiempo para pensar y mi vida ya no volverá a ser la misma", reflexionaba el DJ.
Aunque tampoco ha perdido la gracia que le caracteriza. "Para darle un poco de humor (aunque sin muchas ganas) he vuelto a nacer y va y me toca la misma cara de siempre".
En estos momentos su salud sigue siendo frágil y su recuperación parece que será también muy lenta. Aunque, afortunadamente, lo podrá hacer en su casa rodeado de los suyos y no en la camilla del hospital. Y es que ya se sabe que las secuelas de un ataque cerebrovascular son importantes y pueden llegar a ser irreversibles.
Según ha comunicado el programa Fiesta, Kiko Rivera sufriría parálisis facial, entre otras consecuencias. Aunque ahora lo fundamental es recuperarse de lo vivido.
Una nueva oportunidad
Debemos recordar que un ictus se trata, como hemos mencionado, de un ataque cerebrovascular. El 75% de estos se trata de un infarto cerebral en el que se produce porque no llega suficiente sangre al cerebro. Esto origina poco riego sanguíneo a esa parte de nuestro cuerpo.
Los pacientes, en la mayoría de los casos, pueden convivir con las secuelas o las dificultades cognitivas y físicas que les haya provocado. Cabe mencionar que en un ataque de este tipo, es muy importante actuar con rapidez pues si pasa mucho tiempo las consecuencias pueden ser irreversibles.
Aunque se haga rehabilitación, en muchas ocasiones las secuelas no se pueden revertir. Muchas veces puede quedar como una discapacidad secundaria que afecta al movimiento, la coordinación o el control. El hermano de Isa P "necesita ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, como andar, comer o asearse".
Pero de lo que sí ha tenido tiempo es de mandarle un bonito mensaje a Irene Rosales mientras estaba en el hospital. "He recibido miles de mensajes más y no sabéis lo feliz que me hace me, quedo con ese cariño recibido."
"Pero hoy quiero agradecer a mi mujer, que no me ha dejado ni un minuto, todavía le queda que aguantarme espero que muchos años más". Este fue el mensaje que publicó dedicado a su mujer.
Cuando sucedió el ictus, Irene Rosales y Kiko Rivera pasaron mucho miedo porque no sabían qué pasaba y si saldría de esa. Por suerte, el músico ya se encuentra estable. Ahora le tocas esforzarse para su pronta y esperada recuperación.
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