Rocío Carrasco no consigue quitarse de la cabeza un episodio de su vida que le marcó para siempre. En alguna ocasión ella ha asegurado que en el pasado trató de quitarse la vida. No tuvo inconveniente en confesarlo en televisión.
Se puede decir que esa etapa ya la había enterrado. Pero una persona próxima a ella se habría encargado de rescatarla. Y posiblemente no le vaya a hacer demasiada gracia.
Rocío Carrasco contó con muchos defensores mientras expuso su calvario al lado de Antonio David. Uno de ellos fue Ana Bernal-Triviño. La periodista era prácticamente una desconocida para los seguidores, pero en muy poco tiempo consiguió hacerse popular.
La directora del documental se puso en contacto con ella a partir de la segunda entrega. La periodista asegura en una entrevista en ABC que "tenía todos los prejuicios que tenía la sociedad" sobre Rociíto. Sin embargo, cuando "la escuché, tuve claro que su comportamiento era el de una situación de violencia de género".
Admite que en sus primeras intervenciones estaba bastante nerviosa. Pero tenía claro que los medios de comunicación deben desempeñar un papel fundamental en ese sentido. "Pueden salvar a muchas mujeres, en esa función espejo que pueden cumplir", apuntó.
Recrimina la actitud de rechazo que sufrió por parte de muchas feministas. En el tercer programa "muchas nos fallaron, pero cuando vieron que funcionaban todo el mundo se quería apuntar". Explica que "me tiré a la piscina, lo que nunca pensé es que me iba a quedar hasta el final".
Lo que en realidad le permitió ganar en confianza fue "poder trabajar con una compañera feminista". Todo esto en "un plató donde todo el mundo me miraba mal".
Rocío Carrasco se presentó en su día como un referente para muchas mujeres que habían soportado una situación similar a la suya. La periodista cree que en la causa judicial sí pudo resultar determinante que se tratara de un personaje conocido. "Hay centenares de mujeres anónimas que están batallando ante la justicia y les archivan sus casos con sentencias machistas", esgrime.
Sin embargo, cree que en su caso, "ser famosa le ha perjudicado. La justicia es neutra, pero interpretativa y cada uno va con su bagaje, su ideología, sus prejuicios". Entiende que por "muy imparcial que se quiera ser, hay frases que cuando las analizas, te das cuenta que hay algún juicio de valor".
Critica con dureza a un sector de la prensa que no vio con buenos ojos que la esposa de Fidel Albiac ofreciera su versión. Señala que "esto es muy duro, pero a más de uno le hubiese gustado que Rocío se hubiera muerto cuando intentó suicidarse". En su opinión, "a muchos les hubiera venido genial, pero vivió y ha hablado, y eso duele".
Defiende que ella no ha ayudado a Rociíto ni tampoco le ha solucionado la vida. "La que ha hecho el proceso de recuperación es ella", aclara.
Rocío Carrasco comprueba el alto precio que pagó
Rocío Carrasco ha sido muy agradecida con todas aquellas personas que respaldaron su versión y la defendieron en televisión. Algunas llegaron a pagar un alto precio por dar la cara por ella. Fue el caso de Carlota Corredera, que acabó apartada de Sálvame.
Bernal-Triviño cree que a ella también le ha pasado factura tanta implicación. Eso sí, advierte que lo volvería a realizar si con ello consigue ayudar a muchas mujeres. Habla de secuelas desde un punto de vista físico, psicológico e incluso de salud.
Explica que en la actualidad todavía "siguen insultándome en las redes sociales. Y como me dicen algunos, quieren violarme, quemarme y trocearme a la puerta de la universidad".
Rocío Carrasco trata de dejar atrás los malos momentos. Ahora se la ve mucho más feliz y con ganas de seguir vinculada a la televisión.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para leer GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp