Letizia se cuela en el podcast de Corinna y el Rey. Una serie de audios que retratan la relación que mantuvieron Corinna y el rey emérito. La empresaria alemana narra episodios de riqueza, espionaje internacional y conspiración; escándalo, caza de elefantes y lujos.
En este último episodio, Larsen repasa cómo fue el último encuentro que vivió con Letizia y Felipe, que entonces eran príncipes, bajo la mirada de Juan Carlos I. "Testarudo, cuentas bancarias congeladas, el FBI y una demanda por acoso". Así se llama el octavo capítulo de la entrega.
Corinna abre su álbum familiar y observa fotos de su hijo Alexander cuando era un bebé. Relata detalles de cuando pasaban el tiempo de ocio entre visitas al zoo y al parque de atracciones. También momentos en los que los niños la acompañaban al trabajo.
Recuerda cuando el rey emérito le hizo una cama improvisada al niño en un restaurante. O cuando, con cinco o seis años, Alexander le acompaña a los premios Laureus World Sports en Barcelona. Era el año 2006.
En la cena de gala de aquel evento estaban don Juan Carlos, el entonces príncipe Felipe y Letizia. El emérito se dirige al niño, “se agacha, abre los brazos y lo abraza y lo levanta. Es muy natural", explica la alemana con total sinceridad.
Corinna coincidió con Letizia en los premios Laureus
Y continúa Larsen: "Demuestra su afecto por mis hijos, especialmente por Alexander, nunca hubo ninguna incomodidad, ni siquiera frente a sus hijos adultos”. Un momento de complicidad entre Juan Carlos y su hijo. Larsen destaca que el emérito “no estaba tratando de ocultar absolutamente nada”, era evidente que los allí presentes conocían la relación existente entre ambos.
En el año 2020, entrevistada por la revista Paris Match, Corinna se refirió a su encuentro con Letizia. Una coincidencia que resultó ser un tanto desigual, por una parte “Felipe parecía avergonzado”, y por otra, en cambio, Letizia fue “absolutamente encantadora”. También desveló que los hijos del emérito “sabían que sus padres vivían separados cada uno en un ala diferente del palacio, y que solo se reunían para los actos oficiales”.
No debió ser esta la primera vez que los entonces príncipes tenían conocimiento de la existencia de Corinna. La empresaria fue quien preparó la luna de miel privada en la que viajaron a varios países: Camboya, las islas Fiji, Samoa, California y México. Felipe y Letizia se alojaron en los mejores hoteles, incluido el Raffles Le Royal en Phnom Penh y el Sheraton Denarau en otra isla de Fiji.
Las facturas de la luna de miel privada de Felipe y Letizia
El presupuesto, 500.000 euros. Según Corinna, el emérito le pidió hacer dos facturas, una la envió a Zarzuela. La otra se remitió a la empresa de Barcelona Navilot, propiedad de Josep Cusí.
Según el diario británico Telegraph, el abogado de Cusí explicó que Navilot era la propietaria de varios yates de la serie Bribón. Afirmaba además no tener conocimiento de que las cuentas de la empresa se utilizaran para algo diferente.
La alemana no sospechó nada: “No creía que tuviera ningún motivo para sospechar. Por aquel entonces, tanto el rey Juan Carlos como Isabel II eran considerados héroes globales. Figuras sumamente respetadas”.
El periodista especializado en realeza, Jaime Peñafiel, comentaba en relación al viaje de novios de Felipe y Letizia. "A mí lo que más me ha sorprendido es que utilizaran el nombre de señores Smith para pasar desapercibidos. Como si estuvieran haciendo algo malo, quisieron hacer un viaje como príncipes y otro como personas privadas”.
"Con el tema del viaje de novios lo que debería hacer Felipe es confirmar si lo sabía o no. Le concedo el prejuicio de la duda que no el beneficio”, remataba Peñafiel.
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