Belén Esteban es consciente de que el final cada vez está más próximo. Son muchos años en antena y los últimos datos registrados no invitan precisamente a ser optimistas. Por muchos cambios que intentan introducir en su programa no consiguen el resultado deseado.
Se puede decir que durante los últimos tiempos han probado de todo con tal de cambiar el rumbo de Sálvame. Cese de presentadores, nuevos colaboradores, más conflictos y tramas personales. Pero eso tampoco consigue enganchar a los espectadores, que empiezan a mostrarse un tanto cansados del formato.
Belén tampoco cuenta con tanto protagonismo como antes. Cada vez que se pronunciaba sobre Jesulín o Campanario se disparaban las audiencias, pero de eso hace ya mucho tiempo. Apenas interviene y se muestra poco implicada con el espacio.
Desde que sufriera la grave lesión en su pierna no ha vuelto a ser la misma. Reapareció antes de tiempo con intención de que el programa remontara el vuelo, pero tampoco aporta demasiado.
Este miércoles, Sálvame registraba una de sus peores tardes. Invitaron al plató a Begoña Gutiérrez, que hasta hace un tiempo era una amiga íntima de Isabel Pantoja. Después de su paso por el Deluxe trataron de que aportara más datos sobre la cancelación de la gira de la cantante por Estados Unidos.
Le reclama una cantidad de dinero muy elevada por la anulación de sus compromisos en tierras americanas. Quiere, de alguna manera, desenmascarar a la viuda de Paquirri.
Cuanto peor hablen de uno, más audiencia se consigue. Al menos esa es la teoría. Y eso es algo que tienen muy claro en el formato de Telecinco, aunque tampoco les esté dando tan buenos resultados esa estrategia.
Belén Esteban, además, comprobaba como Begoña se sumaba al equipo de colaboradores, posiblemente para hacerle sombra. Se guarda muchas cosas en el tintero y podría destrozar la imagen de Pantoja. Le ofrecieron regresar este jueves al plató.
Aunque se lo pensó mucho, finalmente acabó aceptando la propuesta. Adela González solicitaba a los directores que le redactaran con rapidez un contrato. "¿Le pagaréis bien, no?, pregunta María Patiño.
El nuevo fichaje de Sálvame le restaba trascendencia a la parte económica. "A mí el dinero me da igual", dijo. Confesó que "yo soy muy de Lydia Lozano, me identifico con ella", soltó.
Eso sí, como era de esperar, también le mandaban deberes para el próximo día. "Tienes que buscar todas las informaciones y algún audio más de Isabel Pantoja", pedía Adela.
La tertuliana aprovechó también para anunciar una noticia que dejó descolocados a los presentes. "En prensa, muy pronto, va a salir algo muy fuerte. No me toquéis los cojones", apuntó molesta.
Adelantó que "la cosa va de tríos", aunque aclaró que se trataba de algo "económico". Eso sí, no avanzó nada más.
Belén Esteban tiene motivos para preocuparse
Belén Esteban podría llevarse un disgusto en cualquier momento. El espacio vespertino de Telecinco atraviesa por un momento delicado. Puede decirse que sea el periodo más crítico en sus 12 años en antena.
Este jueves consiguieron unos mínimos históricos y la presencia de Begoña Gutiérrez no ayudó a frenar la caída. En sus distintas versiones alcanzaron unas cuotas del 10,6%, 7,7% y 7,7%. Bajaron del millón de espectadores tanto en el Sálvame Naranja como en el Sandía.
En gran parte, estos datos tan discretos pudieron deberse al debut de España en el Mundial de Qatar. Arrollaron a todos sus rivales con un 47,9% de share y una media de 5,8 millones de espectadores en La 1. Ante eso, poco podían hacer.
Belén Esteban se mantiene a la espera de que tomen decisiones. La situación empieza a ser preocupante y teme que algún día supriman el programa por la baja respuesta del público.