Carlota Corredera ha tenido un año para olvidar. Seguramente que nunca pensó que atravesaría por un momento profesional tan malo. Eso le ha obligado a hacer las maletas y marcharse muy lejos.
Después de soportar tanta presión y de verse desbordada por las críticas negativas, la viguesa ha decidido tomarse un respiro. En esta ocasión encontró consuelo en Canarias, en concreto en Tenerife, su isla favorita. Es habitual que se deje ver por allí cuando sus compromisos profesionales se lo permiten.
Corredera, muy a su pesar, dispone de mucho tiempo libre. Le encantaría estar implicada en un proyecto profesional que le devolviera a la primera línea mediática. Pero de momento se encuentra en su casa esperando por nuevas ofertas.
Desde que fuera apartada de Sálvame a comienzos de año apenas ha trabajado. Eso le ha permitido viajar y conocer rincones nuevos que tenía pendientes. En esta ocasión ha confiado en el poder recuperador de la isla canaria, que seguramente le haga acabar 2022 con más energías.
Carlota Corredera ha visto como se truncaba su carrera
Tanto en lo profesional como en lo personal ha sido un ejercicio de lo más duro para ella. Su apoyo incondicional a Rocío Carrasco le acabó pasando factura a todos los niveles. La audiencia le dio la espalda y eso obligó a los responsables de Telecinco a retirarla de la presentación del programa vespertino de la cadena.
Estuvo varios meses esperando por una llamada que nunca llegaba. Se la vinculó durante este tiempo con varios formatos, pero casi nunca se veían materializados esos deseos. La periodista trataba de refugiarse en su familia y en los amigos más íntimos.
De manera pública nunca se han pronunciado sobre su situación, aunque en privado han sido muy cariñosos con ella. Habían estado juntos durante 13 años y eso era algo que se dejaba notar.
Carlota Corredera pudo presentar finalmente ¿Quién es mi padre?, un espacio semanal que se emitía los sábados por la noche. En un primer momento estaba pensado para que lo condujera Emma García, pero finalmente decidieron confiárselo a la gallega.
Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. En un primer momento parecía que ese formato podría tener cierto futuro, pero con el paso de las semanas la audiencia fue cayendo en picado. Hasta el punto de que la última entrega se acabó emitiendo de medianoche y sin el posterior debate.
Se desconoce si el contenido no acabó por convencer a los espectadores o si detrás de esos malos resultados se escondía la periodista. La audiencia no le perdona el trato que tenía con sus compañeros ni las formas con las que abordó el conflicto de Antonio David.
Pero, por lo visto en su perfil de Instagram, no parece muy preocupada por lo que le pueda deparar el futuro. Se la vio de lo más feliz en Tenerife, disfrutando del buen tiempo y del sol. Más de uno sentirá envidia de la buena vida que lleva.
Carlota Corredera se muestra radiante
Carlota Corredera trata de ofrecer siempre su mejor cara ante sus seguidores. Acumula más de 400 000 en las redes sociales. Es como si nada le preocupara.
Pero la realidad sería otra bien distinta. Durante los últimos meses ha tenido que hacer frente a situaciones un tanto incómodas. En Telecinco le habían prometido un programa, pero tardaron varios meses en ponerle sobre la mesa un nuevo proyecto.
En Fuencarral entendían que no debían apresurarse. Sobre todo por el desgaste que había acumulado la presentadora recientemente. Necesitaba apartarse un largo tiempo antes de volver a la televisión.
Carlota Corredera aguarda noticias de Mediaset. Todavía tiene contrato con ellos y desea que le ofrezcan un espacio nuevo en horario de máxima audiencia.
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