Rocío Carrasco decidió hace unos años distanciarse de sus dos hijos. Durante todo este tiempo ha comprobado como los dos jóvenes se posicionaban del lado de Antonio David. Pese a ello, la hija de Jurado ha encontrado consuelo en su otra familia, como a ella le gusta llamarles.
La empresaria parece dispuesta a seguir en los medios y a aprovechar su buen momento. Después de ofrecer su versión en las dos temporadas de su docuserie se siente mucho más liberada. Se ha quitado un gran peso de encima que le llevaba lastrando mucho tiempo.
Rocío apuesta ahora por participar en otro tipo de formatos, más agradables. Se resiste a quedarse callada y aún tiene mucho que aportar. Hace unas horas concedía su primera entrevista fuera de Mediaset en el podcast Menudo cuadro.
Quiso echar la mirada atrás y recordar capítulos de su infancia, con gran protagonismo para sus padres. Se pronunció sobre la manera con la que encajaban las malas noticias. "Mi madre era como el champagne, saltaba mucho, pero a los diez minutos no quedaba ni una burbuja", explicó.
Por su parte, Pedro era más tranquilo en el tono, pero más duro en cuanto a los castigos, apuntó. No obstante, siempre que tiene la oportunidad habla maravillas de los dos. En su discurso queda evidente lo mucho que les echa de menos.
La esposa de Fidel Albiac quiso acordarse de una de las personas más importantes en su vida. De la comunicadora que le concedió su primera oportunidad laboral y con la que mantiene una especial relación aún a día de hoy. Se trata de María Teresa Campos, que siempre ha estado a su lado en los momentos más complicados.
Rocío Carrasco señala que "para mí es alguien imprescindible en mi vida". Ha tratado de rodearse siempre de gente fiel, que la respetara y le diera su cariño. Y la presentadora y sus hijas fueron en todo momento muy cercanas a ella y las considera parte de su familia.
Algo parecido podría decirse de otras personas con las que mantiene un trato muy especial. "En mi vida tengo personas que son imprescindibles: Teresa, Carlota, Anaís, Jorge...", recuerda.
Tuvo palabras de elogio hacia Carlota Corredera, que ha sido una de sus grandes defensoras en los platós. Hasta el punto de que eso le costó su puesto en Sálvame e incluso le pasó factura a su carrera profesional. Indica que "es alguien imprescindible en mi trayectoria de vida, en mi aprendizaje, sanación, recuperación".
A lo largo de los últimos meses ha ampliado su círculo de amistades. Ha hecho muy buenas migas con mucha gente de Mediaset. De hecho es habitual que quede con ellos para comer o salir de noche.
Rocío Carrasco habla de su infancia
Rocío Carrasco guarda muy buenos recuerdos de su infancia. No es habitual que hable sobre esa época de su vida, pero en este podcast quiso echar la mirada atrás. Se le preguntó por cómo había asumido el hecho de ser famosa desde antes de nacer.
Citó una anécdota que le ocurrió en el Rocío, "en el que yo tenía 8 años. Estaba Paco de Lucía, Camarón y mi madre; y me subí porque estaba aburrida". Explicó entre risas que "para mí no era especial, era lo normal".
Aclaraba que en su caso había sido consciente de esa popularidad "a medida que crecía". Tuvo que acostumbrarse a ser perseguida por los fotógrafos a todas horas, desde que era una niña. Era la hija de una de las cantantes más importantes del país y de un gran boxeador.
Rocío Carrasco, pese a la ausencia de sus hijos y de su familia materna, siempre ha estado muy bien arropada. Le encanta pasar tiempo con las Campos y con sus grandes amigos.
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