Leonor y Sofía sufrieron una pequeña indisposición el pasado fin de semana que les impidió cumplir con su agenda en los Premios Princesa. Todo parecía ir con normalidad el sábado por la mañana, pero a la ausencia de la infanta a la visita al pueblo ejemplar se le sumaría la de la princesa. Un médico desvela lo qué les pudo ocurrir a las jóvenes.
Leonor volvió a ser la gran protagonista de la ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo el viernes. Como era de esperar, su intervención volvió a ser vez muy brillante. El único 'pero' que le puso su padre, a modo de broma, es que se aplaudiera su propio discurso.
Leonor acudió al día siguiente a Cadavedo, distinguido como pueblo ejemplar. Llamó mucho la atención la falta de Sofía, que siempre ha sido la fiel acompañante de su hermana. Al poco de llegar al occidente de Asturias ya comunicaron que la infanta se encontraba enferma.
Una gastroenteritis le impidió acompañar a su familia al acto, lo que la obligó a permanecer en reposo en el hotel de La Reconquista. No se trataba de nada grave, pero sí que resultaba molesto, sobre todo para estar varias horas con los vecinos del pueblo.
Leonor tampoco se encontraba demasiado bien, pero hizo un esfuerzo por acompañar a sus padres. Recorrió Cadavedo saludando con mucho cariño a los vecinos, que se mostraban entusiasmados con la presencia de la joven. Siempre con la mejor de sus sonrisas.
Se fueron deteniendo en los distintos puntos de interés del pueblo. Pero a medida que pasaban los minutos parecía más pálida. Eso sí, nadie le notó nada hasta que su cuerpo dijo basta.
En el tramo final de la visita, cuando Leonor se encontraban en una casa, ya no pudo contener las náuseas y solicitó ir al baño. Eso provocó que la trasladaran de vuelta de nuevo a Oviedo, donde la esperaba Sofía.
Su discurso lo acabó leyendo finalmente la reina. Sorprendió a todos con su manera de comunicar, ya que lo hizo como si de una presentadora se tratara. En cualquier caso, se trató de una simple anécdota.
La reina trató de tranquilizar a los vecinos del pueblo, sorprendidos por la repentina marcha de su hija. "Cualquiera puede tener una gastroenteritis, no pasa nada", señaló. Eso sí, se puede decir que la visita se efectuó a medias ante la ausencia de las menores.
En cualquier caso, los reyes prometieron que volverían todos juntos a Cadavedo. Quedaron encantados con los paisajes y los atractivos de esta zona costera, pero también con la amabilidad de sus gentes.
Leonor y su hermana comieron lo mismo que el resto
Leonor y Sofía volaron a Madrid unas horas antes que sus padres. Los reyes finalizaron el almuerzo a las 16:30 y se dirigieron rumbo al aeropuerto. Hay que decir que nunca suelen desplazarse en el mismo avión por si ocurriera cualquier tipo de accidente que afectara a la sucesión.
Las dos hermanas quería estar lo antes posible en su casa para recuperarse. Un médico local que siguió la estancia de la familia real en Asturias quiso pronunciarse sobre la indisposición. Al parecer pudo tratarse de un virus que ya les acompañaba desde hace días, recoge Informalia.
Comieron lo mismo que el resto de invitados y nadie acabó enfermo. Disfrutaron del buffet que se sirvió antes de la ceremonia, pero también del cóctel posterior en el hotel. Allí estuvieron presentes unas mil personas.
Leonor, de momento, no tendrá que desplazarse a Gales. Disfruta de unos días de vacaciones al lado de Sofía aprovechando el puente de Todos los Santos. Además, este lunes tiene previsto celebrar su cumpleaños.