Ana Obregón está viviendo en Miami un sueño junto a su nieta Ana Sandra que acaba de cumplir su primer mes de vida. La actriz compagina el cuidado de la pequeña con el lanzamiento del libro que Álex comenzó a escribir y que ella se ha encargado de terminar.
Su vuelta a España es inminente y todo está preparado para que ambas se instalen en la casa que Ana tiene en la Moraleja. Mientras todos esperan captar las primeras imágenes de ellas en nuestro país, la prensa sigue a Ana por las calles de Miami. Un seguimiento que le está pasando factura y que provocaba una reacción inesperada que pillaba por sorpresa a la niñera de Ana Sandra.
Ana Obregón pierde la paciencia
Ana Obregón se encuentra viviendo una etapa de lo más dulce gracias al nacimiento de Ana Sandra. La pequeña le ha devuelto las ganas de vivir al ver cumplido uno de los sueños de su hijo. Desde que se conoció la noticia, no han dejado de sucederse fotos de la pequeña que ella misma comparte en las redes y en la revista ¡Hola!.
No hay día en que no salga una instantánea nueva y hemos sido testigos de los primeros paseos de abuela y nieta por Miami. La prensa sigue de cerca a la actriz, más ahora que ya está a la venta el libro El chico de las musarañas que Aless comenzó a escribir.
El pasado 19 de abril fue la presentación de la novela y Ana estaba exultante. Sin embargo, la alegría se acabó transformando en desesperación en el momento en que vio a los periodistas esperando su paseo con la pequeña. Así lo narraban en El Programa de Ana Rosa haciéndose eco de su enfado.
Como cada mañana, la presentadora salió acompañada de la niñera de Ana Sandra y los reporteros aprovecharon para preguntarle sobre el libro de su hijo. Aunque no borró de su rostro la sonrisa de la que hace gala desde que nació el bebé, no pudo evitar recriminar a los periodistas el acoso que siente cada día.
Ana ha estallado y delante estaba la niñera a la que ha contratado. Ella sabe que Obregón está sometida a mucha presión.
"¡No me dejáis un minuto!", les espetó agobiada y al límite. Junto a Ana Obregón se encontraba la niñera que, con la cabeza agachada, era testigo del tenso momento. "El libro es maravilloso, ya está todo dicho. Gracias por los que lo habéis comprado, va para la fundación de mi hijo", se limitó a decir dando por terminada la conversación.
Ana Obregón se siente agobiada por la prensa
Quien conoce a Ana sabe que, en muchas ocasiones, cae en contradicciones en su manera de actuar. Para algunos, ha resultado llamativa la reprimenda que les dedicó a los reporteros cuando, semana sí y semana también, hay nuevos reportajes de ella con la pequeña.
Parece que no le importa atender a la prensa cuando puede existir algún beneficio económico, pero bien distinto cuando la pillan de improviso. "Si no te importa, quiero estar tranquila un minuto que es el único minuto que tengo", añadía ofuscada mientras disfrutaba de un paseo.
Ana intenta acostumbrarse a los ritmos del bebé y, como cualquier madre, se siente algo sobrepasada con la situación. Y eso que cuenta con la ayuda de una niñera que le facilita la tarea mientras ella se ocupa de otros menesteres durante su estancia en Estados Unidos. De ahí que durante el momento del paseo, desee que sea lo más relajado posible.
Sin embargo, Ana debe de ser consciente del revuelo que ha causado haberse convertido en abuela de su hijo fallecido. Si a miles de kilómetros de España se siente agobiada, cuando llegue a Madrid las cosas no serán muy diferentes.
Todos esperan su regreso y, sin duda, este no pasará desapercibido para nadie. Aunque es cierto que en la capital cuenta con una enorme mansión donde disfrutar del aire libre, ubicada en una lujosa urbanización privada donde paseará tranquilamente sin una cámara detrás.