La presencia de Irene Urdangarin en el funeral de su tío abuelo Constantino de Grecia junto a la familia real ha dado mucho de qué hablar. La joven, que no se prodiga demasiado en actos públicos, ha experimentado un gran cambio físico y su estilismo ha sido muy comentado. Sin embargo, la hija pequeña de la infanta Cristina, es noticia también por su postura ante ciertos asuntos familiares de su incumbencia.
Irene, que este año cumplirá la mayoría de edad, vio cómo sus padres ponían fin a su matrimonio después de 25 años casados. No solo eso, también fue testigo de las fotografías que hacían pública la relación de su padre con otra mujer, Ainhoa Armentia. Irene, que vive en Ginebra con la infanta Cristina, está a punto de finalizar sus estudios de bachillerato lejos del foco mediático.
Irene Urdangarin muy decepcionada con el comportamiento de su padre
Las fotografías publicadas de su padre y su acompañante en una playa de Bidart no sentaron nada bien a Irene. Su reacción fue de decepción y enfado hacia su progenitor. El propio Iñaki viajó a Ginebra buscando el perdón de su hija, visita con la que además buscaba la normalidad en su relación con ella.
Visitaron juntos a un familiar, Urdangarin recogió a Irene del colegio, la acompañó a clases de tenis y pasearon por las calles de Ginebra. Sin embargo, para Irene ver cómo había afectado a la infanta las fotografías, la infidelidad y la nueva situación fue muy duro de asimilar.
"Hubo una discusión muy fuerte entre padre e hija. La que peor se tomó las fotos de Iñaki y su amante, se enfadó terriblemente con él. Se negó a admitir ninguna explicación y tampoco sirvió de nada que los hermanos intentaran poner paz", contaba la periodista Pilar Eyre a Lecturas.
Según reveló Eyre, Irene "se negó a admitir cualquier explicación" de Iñaki, incluso cuando sus hermanos intentaban que reconsiderara su postura. Los hijos mayores de la infanta trataron de "suavizar el tremendo palo que le supusieron aquellas imágenes románticas en una playa cerca de Bidart".
? Irene Urdangarin confirma el reencuentro a espaldas de su madre
La mediación de Cristina de Borbón tuvo mucho que ver en la reconciliación. "La infanta, con gran generosidad, ha querido que esta semana de convivencia sirviera para unir a padre e hija". Así se refería Eyre a la visita de Iñaki a su hija en verano, en la que Cristina facilitó que padre e hija compartieran tiempo.
"Irene apenas le dirigía la palabra, pero pronto el cariño se impuso al enfado y la hija perdonó al padre. Volvieron los momentos felices: risas, abrazos, juegos...". Fue la infanta, pues, quien favoreció y consiguió que Iñaki de nuevo tuviera "el cariño de su hija adorada, tan importante para él".
La pareja no ha firmado el divorcio a la espera de que Irene cumpla 18 años
El divorcio de la pareja, que aún no se ha formalizado, está previsiblemente a la espera de que Irene cumpla la mayoría de edad. Iñaki Urdangarin y la Infanta habrían decidido de mutuo acuerdo que no empezarían con los trámites hasta que su hija tuviera 18 años.
Los hijos mayores de la infanta e Iñaki podrían decidir libremente si desean vivir con uno de los progenitores o con los dos. Si el divorcio se firmara ahora, el acuerdo debería determinar expresamente la custodia de Irene, que podrá ser monoparental o compartida. Un trámite que parecen querer evitar y de ahí la espera al próximo mes de junio.
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