Terelu Campos permanece muy pendiente de su madre. Los últimos tiempos no han sido nada sencillos para la veterana comunicadora. Hasta el punto de que su hija se ha visto obligada a tomar una decisión drástica con ella.
Desde que se apartara de la televisión, su vida no ha vuelto a ser la misma. Echaba mucho de menos ponerse delante de las cámaras y el trabajo. Todo eso le acabó pasando factura a su estado anímico.
Terelu hizo todo lo posible para que le dieran una oportunidad en algún programa, pero nunca llegaron las ofertas. Aquello fue hundiendo poco a poco a la veterana presentadora. Desde entonces ha tratado de refugiarse en su familia y en sus amigos de siempre.
Pero últimamente existe una gran preocupación por su salud. Hace unos días saltaban todas las alarmas después de que acudiera a un hospital. Sus hijas trataron de restarle importancia y lo tacharon de algo normal en una persona de su edad.
Desde hace tiempo vienen apreciando un cierto deterioro en su aspecto físico. A eso se le añade también que no atraviesa su mejor etapa en lo anímico. Pasa mucho tiempo sola en su casa y ya no disfruta como antes de la compañía de los suyos.
Era habitual que en su domicilio acogiese a mucha gente. Celebraba reuniones y comidas con rostros conocidos de la televisión y tampoco perdonaba las partidas de cartas con sus amigas. Una persona próxima a la comunicadora desvela a la revista Lecturas cuál es su situación en estos instantes.
"Nos tiene muy preocupados. Siempre ha sido una persona muy sociable, a la que le encantaba recibir a sus amigos y ahora no quiere ver a nadie", cuenta.
Terelu Campos es consciente de que su madre está atravesando por un pequeño bache. Toda la familia se encuentra muy pendiente de ella a todas horas. Tratan de que pase el menor tiempo posible sola.
Sorprende mucho que "ni siquiera le apetecen las partidas de cartas con sus amigas de siempre, que eran sagradas". Estaba encantada con las visitas, pero ahora ha decidido cerrar las puertas de su casa a todo el mundo. Este cambio de actitud ha puesto en alerta a los suyos, que desean que recupere su mejor versión.
Carmen Borrego confirmaba hace poco que María Teresa no quería ver a nadie. Su familia más próxima, además, trata de mantenerla al margen de todas las polémicas que surgen, sobre todo las relacionadas con su chófer. Lo considera como un hijo y sufriría mucho con todo lo que se está diciendo de él.
La colaboradora explicó que "no quiere ver a nadie. No somos sus hijas las que la aislamos, nunca he estado en contra de que nadie vaya a casa de mi madre", apuntaba. Insisten en que lo único que les preocupa es el bienestar de la presentadora.
Terelu Campos trata de devolverle la felicidad
Terelu Campos trata de pasar el mayor tiempo posible con ella. Le anima a que continúe con su vida y haga todo aquello que realizaba en el pasado y le aportaba felicidad. Pretenden que "la gente vaya a su casa y la entretenga, pero que no la altere contándole chismes, porque necesita mucha tranquilidad", dicen.
A su mal estado anímico se le unen los achaques propios de la edad. Un accidente doméstico la llevó hace unos días a urgencias. El deterioro también es algo lógico con el paso del tiempo.
María Teresa, además, se encuentra "muy débil porque come poco", señalan a la revista. Siempre ha sido muy presumida y en los últimos tiempos se ha preocupado en exceso por su aspecto físico.
Terelu Campos hace todo lo posible por levantarle el ánimo. Pero la soledad se ha apoderado de su madre, que no quiere ver a nadie.
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