Belén Esteban se mantuvo expectante ante lo que iba a ocurrir en la tarde del pasado lunes 24 de octubre. Al filo de las 19:00 todos los ojos estaban puestos en el enfrentamiento que iba a tener lugar entre dos pesos pesados.
Sálvame sacaba la artillería pesada guardando la entrevista a Ana María Aldón para la última franja horaria del programa. Una estrategia para combatir de lleno contra el estreno de Sonsoles Ónega en Antena 3. No obstante, como se ha podido comprobar, el plan no funcionó y el programa de Belén se estrelló.
Belén Esteban sabe que todo está perdido
Belén Esteban atraviesa sus peores momentos tanto personales como profesionales. Todavía no acaba de recuperarse del todo de la rotura de tibia y peroné, y teme quedarse coja para siempre. Esto le ha sumido en un bajón anímico del que le está costando salir.
Acude a diario a rehabilitación y también a terapia para poder superar esta crisis personal por la que está atravesando. Una crisis que se ha acentuado al comprobar que su presencia en Sálvame pende de un hilo.
Es consciente de que no engancha como antes y de que la cadena ya no puede contar con sus belenazos para realzar a la audiencia. Belén cada día forma parte del pasado y su futuro no puede ser más incierto.
Sobre todo tras la marcha de Paolo Vasile que ha puesto a Sálvame en una delicada situación. La puntilla al futuro incierto del programa vespertino de Telecinco llegó el pasado lunes cuando Y ahora Sonsoles aterrizó en Antena 3.
El espacio presentado por Jorge Javier contrarrestó el estreno con la entrevista a la exmujer de Ortega Cano, pero no logró lo esperado. Sonsoles logró imponerse a su principal competidor con un 17,6% de cuota y 1.484.000 espectadores.
Una amarga noticia para Telecinco que no logró su propósito firmando, quizás, su sentencia de muerte. El magazine de Antena 3 ha despegado con éxito y se espera que los índices vayan subiendo ante la poca, o nula novedad, que ofrece Sálvame.
Belén Esteban se prepara
Belén hace tiempo manifestó su deseo de abandonar la televisión en busca de un presente mucho más tranquilo. Para ello se lanzó al mundo empresarial con su propia marca de gazpachos y salmorejos.
Sin embargo, ahora que ve que su futuro televisivo es más oscuro que nunca, su inminente marcha comienza a ponerla nerviosa. No es lo mismo tomar la decisión de marcharse, que el hecho de que te despidan por no cumplir con las expectativas.
Y esto es precisamente lo que ahora teme la madre de Andrea Janeiro. La manera de entender la televisión está cambiando y Sálvame ya no representa nada nuevo. Sobre todo teniendo otras opciones como Y ahora Sonsoles que ofrece otro tipo de entretenimiento.
El buen dato que consiguió Atresmedia en la franja en que coincidía con el programa de Telecinco marca una senda peligrosa para Mediaset. Ahora que la cúpula directiva del grupo audiovisual ha cambiado, La Fábrica de la Tele lo tiene muy complicado.
Hasta los propios colaboradores y presentadores son conscientes de ello siendo Jorge Javier el primero que se pronunció al respecto. Belén todavía podría encajar en algún que otro programa de la cadena, pero tiene claro que su imagen no supone un reclamo.
Todo lo contrario. La gente ha mostrado su hartazgo y cansancio ante las mismas caras e historias de siempre decantándose por la novedad. Veremos en qué queda toda esta lucha por las audiencias y si estamos ante la era final de Belén Esteban y el resto de sus compañeros.