Rocío Carrasco se está convirtiendo en una de las caras más famosas de la televisión. Después del éxito de su docuserie, la hija de La más grande ha destapado las grandes calumnias que se habían infundado alrededor de su figura.
La mujer de Fidel Albiac ha logrado una popularidad que pocos sospechaban hace unos años. Sin embargo, durante estos dos años de emisión del documental, hay una persona en la que Rocío Carrasco no ha podido dejar de pensar.
Se trata de David Flores, su hijo menor. Cada vez que esta habla de su retoño no puede evitar emocionarse. Eso es lo que ha pasado en esta última ocasión en la que la hija de Rocío Jurado se ha referido a él.
"Muy cariñoso, muy familiar, en el colegio lo quería todo el mundo"
"Era ternura, bondad y moría con su madre". A Rocío Carrasco se le escapa la sonrisa al pensar en su "enano", como ella le menciona. Durante estas dos temporadas, hemos podido esbozar un dibujo del carácter de su hijo.
"No me podía ver triste, era una maravilla, siempre cantando", recordaba cuando aún vivían juntos. Y es que el amor del pequeño David llenaba los días de su madre y de su abuela también, por quien sentía una inmensa admiración. Y, para sorpresa de muchos, también por Fidel.
"Muy cariñoso, muy familiar, en el colegio lo quería todo el mundo". Rocío Carrasco se emocionaba al recordar los momentos vividos juntos. La hija de Pedro Carrasco las ha ido relatando en Rocío, contar la verdad para seguir viva.
Obviamente en este espacio, sus hijos tienen un papel protagonista fundamental. "Mis hijos tienen un vínculo muy fuerte, parte del que yo inculqué en su día", contaba.
"Él tenía pasión con su madre, su abuela, pasión con Fidel, él tenía devoción con María Teresa y Terelu es que moría, ya no sé desgraciadamente", aseguraba amargamente. La separación de madre e hijo ha sido un duro golpe que le ha costado mucho encajar a ella. Es un dolor que lleva dentro, que, a día de hoy , le sigue pesando.
"Claro que me echa de menos"
El pequeño de la casa se marchó con su padre Antonio David Flores y no volvía a casa de su madre cuando le tocaba hacerlo. "Mi madre decía que era un bombón de nata, un ser de luz", recordaba, haciendo mención de la artista que era la abuela.
"En eso estoy muy orgullosa de él si conseguí instaurar ciertos valores que yo consideraba que si no eran importantes al menos imprescindibles", manifestaba. Rocío Carrasco tiene claro que ella le dio una buena educación.
"Tenía amigos de todas las edades, los profesores morían con él, es cariñoso, zalamero, muy gracioso y ha sido siempre un niño bondadoso, piadoso."
Desafortunadamente, su ausencia es algo de lo que Rocío Carrasco ha tenido que sufrir desde el día en que se marchó. La relación con el exguardia civil envenenó por completo la mente de sus hijos, como ella ha relatado.
"Él no ha tomado determinadas actitudes porque no se lo han permitido. Claro que me echa de menos", tiene claro.
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